MURAKAMI, Haruki. KAKFA EN LA ORILLA Barcelona: Tusquets, 2008
Dos adjetivos atribuibles a esta obra son: atípica y eficaz. Kafka en la orilla, es una novela progresiva, intrigante, pero a la vez reposada y jugosa. De los diálogos se extraen las experiencias de los personajes y, son ellos los que dan sentido a la trama, desarrollándola. Son seres reales y se caracterizan por ser singulares, por contener en sí mismos algo que los distingue de los demás, pero no una diferencia sobresaliente, sino una distinción de condena. De aquí se desata la impresión de normalidad que se le otorga al resto del mundo, condenador y condenado.
Es una novela de personajes en la que el subconsciente cumple una función principal: guiar a los mismos en la búsqueda de su destino. Además, sus incertidumbres, sus dudas o sus valores se manifiestan en las conversaciones y mediatizan nuestra lectura. Los elementos fantásticos, primeramente, sorprenden, pero estos se van interpretando metafóricamente con el avance de la lectura y se convierten en símbolos. La trama cobra un interés menor, así encontramos numerosas situaciones que quedan en el aire, dejando que la imaginación del lector las termine de hilar, lo que otorga a éste un original grado de responsabilidad.
Murakami profundiza en la desdicha de la condición humana, así como en sus relaciones con la naturaleza, la literatura o el arte. El título representa el abandono moral de los personajes, como Kafka, quien vivió su aislamiento y degradación física en el más absoluto hermetismo y a la deriva, los personajes vagan perdidos entre la realidad y el subconsciente, ambos poderosamente opuestos, pero cuyos destinos confluirán en un inevitable encuentro.
Es una novela de personajes en la que el subconsciente cumple una función principal: guiar a los mismos en la búsqueda de su destino. Además, sus incertidumbres, sus dudas o sus valores se manifiestan en las conversaciones y mediatizan nuestra lectura. Los elementos fantásticos, primeramente, sorprenden, pero estos se van interpretando metafóricamente con el avance de la lectura y se convierten en símbolos. La trama cobra un interés menor, así encontramos numerosas situaciones que quedan en el aire, dejando que la imaginación del lector las termine de hilar, lo que otorga a éste un original grado de responsabilidad.
Murakami profundiza en la desdicha de la condición humana, así como en sus relaciones con la naturaleza, la literatura o el arte. El título representa el abandono moral de los personajes, como Kafka, quien vivió su aislamiento y degradación física en el más absoluto hermetismo y a la deriva, los personajes vagan perdidos entre la realidad y el subconsciente, ambos poderosamente opuestos, pero cuyos destinos confluirán en un inevitable encuentro.
El hecho de que parte de la acción transcurra en la antigua biblioteca Kômura, que guarda una de las mayores colecciones de haikus y tankas permite al lector conocer el sentido global de la literatura clásica y moderna, pues constituye el tema principal de la mayor parte de los diálogos. En ellos, observamos la importancia de la cultura literaria y artística para comprender la sociedad actual, sus dudas, principios y conflictos.
La mezcla de todos estos elementos hace de Kakfa en la orilla una novela muy interesante, llena de enseñanzas y filosofía, que, además, permite el acercamiento a la cultura japonesa, en ocasiones, desconocida para occidente. El contenido existencial y el intimismo presente en los relatos son dos aspectos que se deben tener cuenta a la hora de lanzarse a su lectura, quizás porque se trata de una obra no apta para corazones metálicos.
Raquel Sánchez Lara
Raquel Sánchez Lara
P. S. Esto se anima. No sólo va habiendo algún enloquecido que añade comentarios a las entradas del blog, sino que alguna otra profesora se añade a los escribientes. Ánimo, Raquel...Y al resto del profesorado. No estaría de más que corrierais la voz.
J. M. Mora.
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