Los archivos de la Stasi
Para quienes no están en este mundo de ratones de bibliotecas/archivos, estos lugares suelen ser considerados como arcanos donde se acumulan el polvo y la suciedad sobre libros y legajos. Sin embargo son herramientas de la memoria y están vivos. Que se lo pregunten si no a los miles de alemanes "orientales", que pueden consultar ahora el archivo de la temidísima STASI, policía secreta del partido comunista que gobernó la RDA con mano de hierro hasta lacaída del muro en 1989.
En fichas como esta se almacenan informaciones personales de todos aquellos que podían resultar "sospechosos" para los gobernantes de país, que se servían de informantes y delatores de sus conciudadanos. Todas ellas (40 millones) se almacenan a lo largo de 158 km. de estanterías. Existen además 15.000 sacas repletas de trozos de papel que hará falta recomponer a mano, como en un horrendo rompecabezas, del que se guirá saliendo información. Lo que se pudo salvar de la destrucción a la que se aplicaron los de la Stasi cuando lo vieron perdido.
Gracias a todo este proceso de reconstrucción, ordenación y preservación, más de tres millones de alemanes han solicitado consultar la información existente sobre ellos en las actas. Es no sólo información personal e individuallizada, sino todo lo necesario para conocer y comprender un país, la RDA. A partir de 2019 todo ello pasará al Archivo federal. Mucho de este material se emplea de forma educativa con la gente joven para mostrar que se puede "colaborar" con el poder, pero también oponerse, aun a riesgo de libertad y dificultades. Además, cada dos años se elabora un informe que se presenta al Parlamento y que siempre ha sido evaluado positivamente. A ese respecto resulta muy ilustrativo el interesantísimo film La vida de los otros, de Florian Henckel, 2006.
Aunque no exactamente del mismo tipo, la antigua sección del Archivo Histórico Nacional, dedicada a la Guerra Civil, hoy conocida como Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca, ha estado cumpliendo de alguna manera esa función de almacenamiento, custodia y servicio a usuarios. Sin embargo, qué distinta es la manera de afrontar el pasado en ambos países. Después de lo sucedido con el nazismo y el velo de desmemoria que cubrió a Alemania, ahora no parece que quieran caer en el mismo error y han decidido sacar a la luz todo lo que el archivo de la STASI guarda.
Aquí seguimos considerando que hablar de lo sucedido, cuando los protagonistas de nuestra Guerra Civil están desapareciendo con rapidez, puede reabrir la heridas. No se trata de conocer, de saber, para tomar venganza, sino de asumir el pasado con todo su horror para que no se repita. Parece vergonzoso que 70 años después queden todavía cadáveres sin identificar, al borde de las carreteras, o a los pies de las tapias de los cementerios, en fosas comunes. Sería necesario sacarlos a la luz, identificarlos y enterrarlos dignamente. Se trata de una obligación, cuando menos humanitaria, por no hablar de política.
José Manuel Mora
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