De cine y libros
Una vez más un espacio no pensado para libros los alberga. Para los que gustamos de cine y libros no deja de ser una muy buena noticia. En España, en Alicante mismo, donde tantos cines han desaparecido para dejar paso a los supermercados de las multisalas, cuántos edificios con pedigrí se han visto abocados a la piqueta de demolición. Parece que lo antiguo molesta, y nos lo cargamos, aunque sea a costa de borrar las huellas arquitectónicas, arstísticas y sentimentales de las generaciones pasadas. Preguntad a los más viejos del lugar por el Cine Monumental, junto al mercado, o del Capitol, o el Ideal, o el Avenida, o el Casablanca....Desaparecieron como por ensalmo. Aquellos cines de "Gran Programa Doble", con derecho a pipas donde se podía pasar media tarde.
Sin embargo, allá en el Sur, en Buenos Aires, un maravilloso cine de los años cincuenta ha sido reconvertido en una inmensa librería. Los distintos niveles, desde platea a general, ocupados por baldas agrupadas en secciones que el curioso puede ojear/hojear sin prisa . En la zona del escenario, o donde estuvo la pantalla, una estupenda cafetería para ir echando un vistazo a lo adquirido, o discutir con los amigos de las bondades, o no, de un libro, haciéndolo así más vivo. Y al fondo un piano que promete pequeños conciertos....Como aquí, vaya. ¡Qué envidia! Con razón bonaerenses y uruguayos se pensaron siempre como un pedazo avanzado de Europa en el otro continente.
José Manuel Mora
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