Farenheit 451

Otra vez quema de libros

A los buenos cinéfilos, el título de la entrada les habrá evocado la película de F. Truffaut. Sin embargo no es de cine de lo que quiero hablar, sino de la amenaza de un tal Terry Jones, pastor de una comunidad de 58 fieles, que hace días puso en jaque, con motivo del aniversario del 11-S, a buena parte de la comunidad mundial, temerosa de que su intento de quemar ejemplares del Corán, pudiera dar lugar a ataques terroristas indiscriminados por parte de quienes se sintieran ofendidos por dicho acto.

No es la primera vez que se intenta agredir a los seres humanos destruyendo los libros que contienen sus saberes o sus creencias. Tal vez porque, como dice el adagio latino, verba volant, scripta manent. Hay un terror a que la palabra escrita pueda transmitir conocimientos o difundir ideas. En la para los más jovenes, lejana guerra en la antigua Yugoslavia (1992), uno de los primeros lugares afectados por los bombardeos fue la Biblioteca Nacional de Sarajevo, donde por cierto no se escondía enemigo armado alguno. Simplemente se trató de hacer desaparecer los fundamentos culturales del enemigo. Tal vez las guerras civiles son así de horribles.




Sin embargo, cuando la más reciente Guerra de Irak, en la que los atacantes eran los muy cultos y poderosos USA, también la Biblioteca de Bagdad fue pronto pasto de las llamas. Ciertamente, quienes lo perpetraron se cuidaron de hacer desaparecer los mejores ejemplares de sus fondos, que en seguida aparecieron en subastas y librerías especializadas en venta de segunda mano.


Todo esto no es nuevo. Y no necesitamos acudir al extranjero para documentar hechos semejantes. En el reino de Castilla, en el s.XV, D. Francisco Jiménez de Cisneros, mandó quemar todos los "alkuranes" existentes y castigar a quien poseyera o escondiera algún ejemplar. A lo mejor, con el nombre sólo, uno no se sitúa: era cardenal de la Iglesia.
No creo que sea nencesario abundar en ejemplos. A lo largo de la Historia del Libro, junto a la constante creación y elaboración y cuidado y conservación de ejmplares, se documenta su persecución y destrucción. Parece que el paso de los siglos no nos ha hecho ni más sabios ni más tolerantes. Y lo peor es que los "neocon" del mundo, en todos los bandos, dan alas y primeras páginas a gente tan descerebrada como el tal Jones. Una pena.
José Manuel Mora.

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