Sociedad de la información

Tan solo un corto

Tal y como ya sucedió el otro día, no puedo resistirme a las sugerencias de mis improbables lectores y antiguos alumnos/amigos (gracias, Fermín), que no se atreven a redactar su propia entrada, aunque ya haya algunas firmadas por otras personas que se incluyen en este blog.

Y así me ha llegado un corto, The shock doctrine, dirigido por el mexicano Alfonso Cuarón , que muchos conoceréis por pelis como Y tu mamá también, Harry Potter y el prisionero de Azkaban o El laberinto del fauno y Naomi Klein. En un corto, como en un cuento, todo tiene que estar comprimido, es necesario dejar lo esencial y aun lo suficiente para que el lector/espectador pueda conmoverse y llegar a sus propias conclusiones emocionales o de ideas. Así, éste me ha llamado tanto la atención que no puedo por menos de incorporarlo en vez de reenviarlo a algunos de mis habituales destinatarios de mis "mailitos"
http://www.youtube.com/watch?v=_nNJM0kKrDQ

Creo que ya he dicho alguna vez desde estas "páginas" que no se puede estar a todo y que se hace imprescindible alguna manera de seleccionar el torrente de información que nos llega a diario. Por eso me parece adient el lema con el que el corto acaba: La información es la resistenccia contra el shock. Ármate a ti mismo. La coda, aunque no está expresa, se deduce del mismo: a base de estar bien informado. Ya decía en clase que la tarea documental me parece cada vez más esencial en la sociedad de la sobreabundancia de información en la que vivimos.

José Manuel Mora.

P.S. Y por pereza, por no redactar otra entrada, voy a añadir aquí otra colaboración que me llegó como felicitación de Navidad. Gracias, Rafa y Carmen. Creo que la defensa de los libros que hace Federico García Lorca en los primeros meses de la República hace innecesarias más palabras mías.

"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vidaYa ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz."

Sé que a una de mis lectoras de Algorfa le encantará. Incluso puede incorporarla a su blog. De nada, Manuela.

Comentarios

Fran ha dicho que…
Un documento para la reflexión desde luego... Muy buen director este Cuarón. Otra película suya, para mi imprescindible, es "Children of Men" (Hijos de los hombres, en España), que nos hace ver la miseria humana, en sentido literal y figurado, teniendo como argumento un futuro cercano en el que la humanidad es incapaz de procrear. La habéis visto? Si no es así, a por ella, que merece la pena!

Saluts!