Bibliotecas británicas y su cierre

Cuando las barbas de tu vecino...

Leo en prensa una noticia que me parece que debo comentar, por aquello de que "cuando las barbas de tu vecino..." Más si de donde procede, Gran Bretaña, se supone que anda muy por delante de nosotros en desarrollo económico.

Ni que decir tiene que cuando en nuestro país las bibliotecas públicas eran una quimera que no sé si alguien había llegado a imaginar, ya existían en Inglaterra, junto con las Book society , ambas convertidas en un punto neurálgico de las comunidades que las albergaban desde el XVIII.
Ellas permitían a los ciudadanos escasos de recursos el acceso libre y gratuito a los libros como forma de entretenimiento y posibilidad de progreso social. Se consideraban un servicio gubernamental, tan importante como pudiera ser el servicio de correos.

Pero entonces llegó la Sra. Thatcher y aún no nos hemos repuesto de su paso por la política británica en los años 80 del pasado siglo. Le torció el brazo a los poderosos sindicatos de clase y hecho esto inició la privatización de servicios fundamentales para la comunidad, como el de los ferrocarriles, que habían llegado a constituir un lugar común relativo a su puntualidad. Mrs. Thatcher era un adalid del libre mercado y una combativa luchadora contra todo lo que oliera a Estado.

"Y de aquellos polvos, estos lodos". La moda británica se extendió por Europa (en EE.UU. siempre fueron poco amigos de la presencia estatal, estando más a favor de que cada palo aguante su vela; véase si no la aguada reforma de la sanidad intentada por Obama) y le llega ahora el turno a las bibliotecas públicas, de las que el mapita que se acompaña con su ubicación es buena muestra.

Hoy en día con los adelantos cibernéticos, las bibliotecas se habían convertido en una ventana al mundo a través de la red, a la que todas están conectadas, lo que no sucede con todos los hogares. A eso se le sumaban el ser centros dinamizadores para adultos y chicos. En muchos pueblitos es el único lugar donde se puede organizar una conferencia, una charla con un escritor, una audición, un debate...Que se lo pregunten si no a Dolors Insa en la Biblioteca Municipal de Cocentaina.

Pues bien. Todo eso toca a su fin. Ayuntamientos y el Gobierno de D. Cameron están decididos a cerrar unas 365 bibliotecas de la red pública. Se pretende traspasar la gestión de estos centros a manos de voluntarios. Hay que recortar gastos para pagar el rescate de los bancos que provocaron la crisis. Todo ello ha dado lugar a la convocatoria de una jornada de protesta a través de las redes sociales, Save our libraries day . Parece que no sólo los tunecinos y los egipcios han descubierto que "el que no llora, no mama".

José Manuel Mora.

P.S. Decididamente hoy era día de refranero popular.

Comentarios

Bárbara Paraula ha dicho que…
Buenas Noches Jose Manuel,

Me llamo Nuria y trabajo en el Centro de Cultura Tradicional Museo Escolar de Pusol,

así, con todos los adjetivos.

Coordino en esta institución un curso de formación para el empleo de Auxiliar de biblioteca, y museos. Es formación para el empleo, dirigida a 15 jóvenes sin la educación secundaria completa. Y estoy bastante orgullosa de él.

Eso me llevó a seguir su blog. Lamento no disponer de titulación alguna sobre archivística o biblioteconomía para poder hacerle algún comentario meritorio en sus entradas, pero ya que se presta a una entrada sobre cine, le tomaré el consejo e iré a ver la peli.

Me gustó azuloscurocasinegro. Será interesante ver que sigue haciendo este hombre.

Reciba un afectuoso saludo, gracias por mantener el blog.
Bárbara Paraula ha dicho que…
vaya, creo que le puse el comentario en el post que no correspondía :D