Valor de ley, de los hermanos Coen


Una del Oeste


Vaya por delante que no me gustan las del oeste. Aunque he de confesar que sí me gustan los hermanos Coen y que he visto casi toda su filmografía. ¡Cómo disfruté con Fargo, por ejemplo! Tal vez por eso, y porque Jeff Birdges me parece un actor monumental, decidí ayer ir a ver Valor de ley (True grit, ¿Valor auténtico?, para los de inglés o para quienes se sienten estafados por las falsas traducciones de los títulos de las pelis originales, aunque en este caso pueda ser entendido en su valor metafórico "de ley", como valioso, o auténtico).

Los cinéfilos sabían que se trataba de un remake de un film anterior interpretado por John Wayne, y dirigido por H. Hataway en 1969, que no he visto, y que a su vez es la plasmación de una novela de un tal Charles Portis que parece que los directores han seguido aunque han decidido modificar cuando les ha parecido, por ejemplo con el prólogo a cargo de la niña protagonista, genial Hailee Steinfeld, que sirve para poner en situación al espectador, y que también la concluye. Ya es extraño que un film sea dirigido alalimón, más por dos hermanos. Pero parece que ambos han llegado a un grado de compenetración casi perfecto a la hora de ponerse manos a la obra de un proyecto.

Y así llegamos a por qué este western sí me ha gustado. Puesto a colocar etiquetas, yo la clasificaría más bien como una road movie, aunque en ella no haya carreteras. Este género se caracteriza por el hecho de que unos personajes inician un trayecto del que acaban saliendo modificados por la experiencia vivida, tal como sucedía en la novela picaresca, o en El Quijote. Sería pues una historia de aprendizaje.

Una niña de 14 años, enormemente madura, valiente, tenaz, incluso marisabidilla, parece conocer los recovecos de las leyes, quiere vengar la muerte a traición de su padre y para ello contrata a un alguacil borracho, barrigón, de gatillo fácil, con la intención de traer al asesino ante los jueces para que acabe en la horca. A la pareja se le acaba uniendo un ranger de Texas, Matt Damon, algo presuntuoso, que persigue el mismo propósito. A los tres les une un cierto sentido de la justicia, que cada uno entiende a su modo. Inmediatamente surge el conflicto entre los tres. Y es en la confrontación con la realidad y a través de los diálogos de un guión medidísimo, como van evolucionando y cambiando sus apreciaciones los unos de los otros. Todo ello tamizado por el sentido del humor del que hacen gala los Coen.

A todo lo anterior se añade una ambientación en unos paisajes invernales que hacen todo más duro, persecución incluida. No hay compasión a la hora de intentar sobrevivir. O matas o te matan; en esa filosofía dura que tanto parecen apreciar los dos directores. Hay, eso sí, una cierta melancolía en el tratamiento de los personajes, lo que los humaniza. Todo servido con una hermosa fotografía.

Quedáis, pues, avisados: una del oeste, pero menos, o tal vez más.

José Manuel

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
José Manuel, creo que aún no has visto Pan Negro, corre!!!! es brutal... impresionante, muy dura pero genial!!! LE
MBAD ha dicho que…
Sí la vi, sí, pero pensé que a los improbables lectores del blog no les interesaría una españolada, en catalán y sobre la guerra incivil y no hice el comentario. Estaba yo solo en el cine. Fue antes de los premios. Me gustó mucho.
Fran ha dicho que…
Lo tengo que reconocer... me gustan los westerns!! Y esté me maravilló! De acuerdo en todas tus apreciaciones sobre la película. Bravo por los Cohen y por Bridges, merecidísimo su Oscar. Ah, y perfecta también la niña "marisabidilla"!

Saluts!!