Indignaos, de S. Hessel: Panfleto


He titulado "panfleto" aunque lo apropiado sería opúsculo, ya que la obrita de Hessel, Stéphane. ¡Indignaos! Barcelona: Destino, col. Imago mundi, 2011, (5 €) apenas alcanza las 33 páginas, con abundantes espacios en blanco. Desde su publicación en Francia en 2010 se han vendido 1. 600.000 ejemplares. Es decir, está arrasando. En España viene prologada por otro viejecito, nacido como Hessel en 1917, el enorme José Luis Sampedro. Es una pena la traducción, todo sea dicho, plagada de galicismos y de palabras inventadas o calcos léxicos. Pero, como decía el poeta, "entremos más adentro en la espesura".

Dije panfleto porque me ha recordado su lectura a los viejos papeles ciclostilados de mi época universitaria durante el tardofranquismo. Este "jovenzuelo" de origen judío, luchó desde la Resistencia contra la Francia ocupada y entregada por Pétain. Logró escapar varias veces de distintos campos de concentración de los nazis. Luego participó en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos desde Naciones Unidas, que vería la luz el año de mi nacimiento: 1948. Son las ideas por las que peleó desde la Resistencia, "una organización racional de la economía que garantice la subordinación de los intereses particulares al interés general" (pág. 23), las que están poniéndose hoy en tela de juicio; por eso no es de extrañar que el abuelo esté indignado y que lo lance a los cuatro vientos. Grita contra la dictadura actual de los mercados financieros ante la que "los responsables políticos, económicos, intelectuales y el conjunto de la sociedad no pueden claudicar" (pág. 26).

Si sociedades mucho más oprimidas y menos informadas han sido capaces de levantarse y tomar en sus manos las riendas de su destino, ¿cómo es que en los países europeos la gente se deja llevar por el conformismo, la abulia y la indiferencia? La frase de Sartre que cita, "Sois responsables en tanto que individuos", la considera un mensaje libertario. Él piensa que si se pierde la capacidad de indignación y el compromiso que la sigue, se pierde uno de los componentes esenciales del hombre. Y le parece evidente que "para ser eficaz hoy en día, se debe actuar en red" (pág. 35). Y todo ello desde la no violencia aprendida en Gandhi y que tan bien supieron poner en práctica los de la plaza Tahrir en Cairo. Todo en aras de conseguir una "democracia social", basada en la Declaración que con tanta ilusión elaboró hace sesenta años.

Y parece que algo se mueve, y no sólo en la orilla sur del Mediterráneo: En Italia las mujeres, en Londres la juvenalia, como en Portugal, Grecia o hace pocos días en Valencia. ¿Por qué no plantearse algo como lo que hicieron los islandeses, de quien nadie parece acoordarse? En 2009, con la crisis a todo trapo, hicieron caer a su gobierno, al que sustituyó uno provisional que se negó a implantar las recetas del FMI tras haberlo consultado con los votantes, que dijeron NO a la "socialización" de pérdidas de una crisis que ellos no habían provocado, y prefirieron dejar caer a los bancos podridos por la codicia de sus banqueros. Están investigando a los responsables del caos financiero y se han dotado de mejores leyes de transparencia y libertad de expresión. Todo un programa. Mientras, redactan una nueva constitución, basada en la democracia directa. Ellos que constituyeron el parlamento más antiguo de Europa.

Así pues, leedlo. y después, indignaos.

José manuel Mora.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me lo apunto... que tiene buena pinta. Un saludo, LE
Fran ha dicho que…
El caso islandés es muy interesante. Lo mejor es que ese gobierno provisional estaba compuesto por personas de la calle, nada de políticos, que fueron elegidos por el sistema tradicional de firmas. En cada población personas voluntarias se inscribían y sus vecinos se acercaban a las asambleas creadas para tal fin a apoyarlos mediante firmas. Al final, los más "firmados" establecieron el gobierno. A grandes rasgos este fue el sistema. Increíble pero cierto!! Es verdad que son únicamente trescientos mil habitantes en toda la isla, pero vamos, que a su escala tampoco resultaría fácil. Imaginemos algo parecido en nuestro país... Harto complicado, por no decir imposible, verdad?? Estos islandeses son la leche... un motivo más para visitar ese maravilloso país!! Con un poco de suerte de este verano no pasa!! XD

Saludos!!