Código fuente: Una de ciencia ficción

Source Code

No soy demasiado amigo de las pelis de ciencia ficción. Es cierto que hay clásicos que me subyugan: Metrópolis de F. Lang, El hombre invisible de J. Whale, o más recientemente Blade Runner de Ridley Scott. Pero de la que voy a comentar tenía buenas referencias y su protagonista me suele resultar convincente. Source code, en su título original, está dirigida por alguien para mí desconocido: Duncan Jones, de quien no he visto su anterior Moon.

Nada más empezar la proyección tuve la sensación de que me enfrentaba a una versión de Atrapado en el tiempo, sin marmota, pero en vez de estar pensada en clave de comedia, ésta aparecía con un tono intenso de trhiller. Al investigar en la wiki me entero de que un "código fuente" es un programa informático cuyo texto proporciona las instrucciones para que el ordenata ejecute un programa. En la peli parece ser el nombre clave de un programa ultrasecreto que pretende enviar a un militar, bajo la apariencia de alguien a quien le quedan ocho minutos de vida, a intentar evitar un nuevo atentado como el que presenciamos casi al inicio del metraje.

Como la tentativa falla a la primera, se tendrá que intentar nuevamente y en cada ocasión el protagonista habrá aprendido algo de su experiencia anterior. Todo este movimineto entre realidades paralelas me deja frío, pero la trama, a pesar de algún fallo de guión, es acuciante y no deja que decaiga el interés. En ese sentido Jake Gyllenhaal resulta absolutamente creíble, tal como ya sucedía en la espléndida Brokeback Mountain. Lo mismo sucede con Vera Faniga, al otro lado de la web cam, que consigue que su personaje sea algo más que una pared de frontón en la que rebotan las preguntas del protagonista. A mi modo de ver también ayuda el que, no sé si por el bajo presupuesto de la producción, o por la opción de su director, toda ella se mueva en dos escenarios casi únicos: el tren y el puesto de mando de la misión, lo que lo hace todo más opresivo. En esos espacios limitados el director se mueve con soltura y hace que sus personajes lo hagan también.

Al final me quedo sin entender del todo el entramado científico que permite el movimiento entre tiempos y espacios (muy fuerte la potencia de la compañía telefónica que permite enviar un SMS de una dimensión a otra). Sin embargo salgo del cine bien entretenido, aunque frustrado una vez más por el necesario final feliz que la industria impone y que a mí me parece del todo innecesario. Ahí queda eso, y el enlace al tráiler. http://youtu.be/-bYJN_As2Uw

JoséManuel Mora

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