The company men, de J. Wells; o los ricos también lloran

La crisis vista por Hollywood

No tenía noticia, hasta ahora, de la existencia del tal John Wells, el director de esta peli. Y me entero después de empezar a redactar estas líneas de que se trata de un productor de películas para televisión. Además ésta viene con el marchamo de "independiente". Tal vez lo sea en cuanto a la financiación, pero creo que no tanto en el espíritu. Y me explico.

Más que la historia de los tres personajes principales, con su caída desde las más altas esferas de la cadena del business, su pérdida de su lugar en el sol, su estatus, su casa por impago de hipoteca, su porsche, su club de golf etc. y la necesidad de tener que volver a las oficinas del paro y a hacer colas interminables a la espera de un nuevo trabajo, me ha interesado el transfondo de la misma, las razones por las que el superpatrón se va deshaciendo de cientos de empleados en cada una de las reestructuraciones que realiza, mientras sus acciones valen cada vez más y está construyéndose una nueva sede con todo lujo de materiales.

Se muestra, como decía Sampedro en la entrevista de la entrada anterior, el paso del capitalismo industrial, que imperó desde el s.XIX, al capitalismo financiero, en el que la justificación del gran jefe, no es sólo su afán desmedido por seguir acumulando dinero, sino el hecho de que una empresa no es una organización de caridad y las exigencias del famoso "mercado", que parece ser el que ahora gobierna a lo largo y ancho del mundo (plus FMI, BCE y demás familia) y al que todos los políticos rinden pleitesía. Esos mercados acéfalos, que crean falsas noticias, que manipulan la realidad económica mediante las agencias de evaluación que son jueces y parte, y que funcionan siempre según la máxima de que si son ganancias, éstas son particulares, pero si son pérdidas, habrá que socializarlas. A niveles inferiores en la escala social, la problemática hubiera sido mucho más dura.

El final esperanzador no se compadece con la visión de la realidad que tenemos por estos pagos, donde todo resulta más difícil y dramático, y si no que se lo pregunten a los integrantes de tantos hogares sin una sola persona en ellos que tenga trabajo. Sin embargo, y a pesar del tono de telefilme que a veces tiene, la peli se salva por un grupo de actores más que creíble: B. Affleck, T. L. Jones y C. Cooper y una banda sonora bastante digna. Con todo, y dado el panorama general de nuestra cartelera, me parece que puede merecer la pena el acercarse a verla.

José Manuel Mora.

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