El hombre de al lado, peli argentina

Otra ventana indiscreta

En medio del secarral que supone la cartelera veraniega, entre tantas linternas verdes, pitufos azules y simios de recuelo, he aquí que se programa una peli argentina. Este cine nos suele llegar tarde, mal y nunca, pero en esta ocasión y tal vez porque viene avalado por el Festival de Sundance y el del Mar del Plata, se ha estrenado con relativa puntualidad esta El hombre de al lado, dirigida al alimón por Mariano Cohn y Gastón Duprat de quien no hay noticia por estos pagos, pero que al parecer revolucionaron la tele argentina con sus propuestas.

Para los amantes de la arquitectura puede resultar un auténtico placer que la peli esté casi íntegramente rodada en el interior de la casa Curutcha, sita en La Plata, Bs.As., y que suupone el único edificio levantado en toda Lationoamérica por el arquitecto de culto de la modernidad: Le Corbusier. Sus diagonales, los planos inclinados, los voladizos para proteger del sol, los espacios diáfanos, la fusión con la naturaleza exterior a través de amplísimos ventanales, e interior, con sus jardines domésticos...

¿Qué pasa si, viviendo en semejante chabola, un profesor de diseño, perteneciente con todas las de la ley al pijerío bonaerense, que tiene por cierto unas características muy especiales, se encuentra un buen día con un tipo que pretende hacer un agujero en la pared frontera a su casa para dejar pasar "unos rayitos de sol" de los que el otro no usa?

A partir de esta situación inicial tenemos el conflicto servido: el diseñador, estupendamente interpretado por Rafael Sprebelburd, dramaturgo conocido en Argentina, y el inquietante vecino, Daniel Aaroz, desternillante oponente, primario, currante, putero...Prácticamente toda la acción se cuenta desde la perspectiva de la casa elegante, casi a través de las gafas de pasta negra del potentado. Sin embargo, como en un thriller de vena cómica, el vecino se va mostrando cada vez con un nuevo aspecto de su personalidad, como en una nueva vuelta de tuerca del conflicto.

El grupo familiar le sirve a los directores para hacer una crítica, a veces hilarante, de la falta de carácter del propietario, de su relación con la mujer, que da clases de yoga, de la niña preadolescente, aislada en sus auriculares musicales, de unos amigos tan gilipollas como ellos... La secuencia de la cena con esta pareja resulta impagable. Toda la "negociación" entre los dos personajes protagonistas es casi como una partida de póquer cada vez más agobiante a la par que absurda, y por eso divertida. En un momento me ha traído a la cabeza el espléndido cuento de Cortázar, Casa tomada, metáfora de múltiples lecturas, pero de la que me quedo con su frase final: "No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada". Así pues, si se mantiene la próxima semana, esta puede ser una opción refrescante (because el aire acondicionado), a la par que inteligente.



José Manuel Mora













































































































































































































































Comentarios

Raquel Sánchez Lara ha dicho que…
Excelente impresión de la película. Me pareció una muestra perfecta del egoísmo social, la lucha de clases, además del fracaso personal o familiar edulcorado con dinero y reconocimiento. Me encantó la fotografía, entre tantas cosas...