Beginners: Excelente despedida

Volver a empezar
(nada que ver con Garci)

Cuando han caído las primeras lluvias y el viento arrastra unas pocas hojas ocres, comienzan los estrenos de temporada. Parece que todo quiera volver a la normalidad como si, con la que está cayendo, pudiera todavía hablarse de normalidad. Algo de ese concepto tan manido y tan equívoco ("normal con respecto a qué, normal con respecto a quién y, sobre todo, ¿quién impone la norma?", preguntas que habría que responder antes de seguir usando la palabrita) trae consigo la película de Mike Mills, de quien no vi su anterior obra, Thumbsucker.

Los principiantes del título pueden ser fiel reflejo de cualquiera de nosotros a la hora de embarcarnos en nuevas situaciones y relaciones, con todo el cúmulo de inseguridades y miedos que ello trae consigo. El padre del protagonista , un inmenso Christopher Plummer (lejísimos del envaramiento del coronel Trapp, y más cerca de su sensible interpretación de Tolstoi, ya comentada en estas páginas), se casa en los años cincuenta del pasado siglo sabiéndose gay, al igual que lo sabía su mujer, que creía poder cambiarlo. ¿Qué otra cosa podían hacer en aquellos años para poder llevar una vida medianamente tranquila?...

El hijo se entera de la condición de su padre cuando ya su madre ha muerto y él ha decidido "salir del armario" con 73 años, en un intento de iniciar su vida de nuevo desde su realidad más íntima, como combatiente por los derechos de los homosexuales en un territorio donde imperaba el retrógrado de Bush Jr., en 2003, y donde seguía siendo necesario luchar por lo evidente. Todo ello con un novio treinta años más joven que él que lo quiere de forma auténtica y que lo amarra a la vida.

Y el hijo, Oliver, un Ewan Mc Gregor justísimo de gesto, contenido, emocionante, tierno, tratando de empezar de cero tras la desaparición definitiva del padre al inicio del filme (no desvelo nada, todo se conoce desde el inicio, con uma maravillosa fotografía del piso vacío, de colores apagados y grises), intentando recomponer su vida afectiva, tras varios fracasos, con una actriz, (Mélanie Laurent, a quien habría que escuchar con su propia voz para poder juzgar adecuadamente) que vive en un no lugar, una habitación de hotel, y que no sabe nunca si va a permanecer o no. Y un perro como interlocutor (?).

Todas estas tentativas dejan al descubierto las inseguridades, los afectos, la soledad de cada uno y cómo tratan, a su modo cada quién, de ir empezando a tientas, sin una falsilla que oriente, como hemos idos haciendo todos. La relación paternofilial es enternecedora y se enriquece con los sucesivos saltos en el tiempo, que nos la van dando a conocer. La música acompaña sin subrayar todo el metraje, justa y emocionante. Al final la máxima de Gramsci vuelve a hacerse carne en los personajes y en sus actitudes. "Habrá que seguir luchando entre el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad".

Y con esta peli me despido de quienes, de un modo u otro, siguen este blog hasta finales de septiembre, cuando espero volver con ánimos renovados y alguna cosa en las alforjas para compartir. Bonne rentrée a pesar de todo. Ello quiere decir que estáis bien de salud para trabajar y, más importante aún en estos tiempos, que tenéis trabajo. Sus y a ellos, que son pocos y cobardes. Chau.

José Manuel Mora





Comentarios

Basi ha dicho que…
Gracias por la recomendación, he visto el vídeo promocional y pinta bien. ¿Adónde te vas tanto tiempo?
Pep Mirambell ha dicho que…
Muy buena. Siempre nos quedará el Navas... Ah, y Thumbsucker no consigue el nivel de Beginners.