Melk, de donde Adso...

Biblioteca espectacular

Ya amenacé con algún coletazo de mi viaje. Pues aquí va otro, fruto de la visita, absolutamente turística, de la Abadía de Melk, en Austria. En mis viajes anteriores no solía visitarlas, las bibliotecas, digo; desde que estuve impartiendo en el MBAD, pasó a convertirse casi en una obligación profesional y ahora las disfruto sin presión.

Bajo esta impresionante bóveda se guarda parte del tesoro bibliográfico de esta biblioteca; la mayoría queda almacenado fuera del alcance de la vista de los visitantes, en dos plantas subterráneas. Pero para llegar hasta aquí tal vez hace falta algo de historia. La orden fundada por S. Benito tenía entre sus reglas la de crear sus conventos o abadías en lugares preminentes. y mantenerse en ellos. Y el que eligieron los benedictinos en 1089 lo es: un enorme promontorio sobre el río Danubio, desde donde se domina el valle y la ciudad. Sus habitantes venían obligados a mantener mediante impuestos o contribuciones en especie a los integrantes de la comunidad.

En el s. XII ya funcionaba una escuela y, anexa a ella, una biblioteca que producía manuscritos a la vez que los iba atesorando. Hasta 600 manuscritos y 1200 incunables que la convierten en depositaria de un auténtico tesoro. A pesar de las advertencias contra el uso de candiles y que en el medievo se usara sólo luz natural, el lugar ardió en más de una ocasión.

Una de ellas fue la excusa para reconstruirla, entre 1702 y 1736, en pleno furor barroco, como muestran las imágenes. Con la Ilustración muchos de los príncipes europeos las cerraron o las incorporaron a su colección o fueron gérmenes de bibliotecas nacionales. Ésta sobrevivió a las guerras napoleónicas, e incluso a los desmanes de los nazis.

El actual aspecto es fruto de una última restauración muy cuidada, aunque le dé aires de decorado teatral. Los números romanos que encabezan los estantes, son todavía los que corresponden a una biblioteca medieval. En el I, como si fueran las obras de referencia en la actualidad, se guardan los diferentes ejemplares de la Biblia. Entre el II y le IV se agrupan los de Derecho, fundamentalmente Canónico. Siguen los de Medicina, Astronomía...etc, según los distintos saberes de la época. Y en un último juego, muy del momento de su recostrucción, la escalera de salida viene multiplicada con efecto de abismo, por un espejo sabiamente colocado en su base. Como decía más arriba, "espectacular", stictu sensu.


José Manuel Mora.

P. S. Pido disculpas por el audio del vídeo que acompaño, ya que fue tomado durante la visita y se oyen las voces de los guías. Vale.

Comentarios

hiparco ha dicho que…
En mi otra vida de un universo paralelo habría sido amanuense en una abadía tal, o bibliotecario, o glosador de los incunables, de caligrafía y dibujos quizás reconocibles entre los comentaristas de la época.
Raquel Sánchez Lara ha dicho que…
Imágenes de una gran calidad. Anoto bien la información para el futuro.