Documentos clasificados y su desclasificación

El desclasificador que lo desclasifique...

Ya sé que me meto en corral ajeno. Sabéis que no soy experto en "archivos", pero la noticia de hoy me parece comentable. Resulta que, contra lo que la Archivística prescribe, la unidad de archivo no se cumple en el caso de los conocidos como "informes secretos", repartidos por los ocho archivos históricos de los Ejércitos, más otros 17 intermedios, a los que hay que sumar el recientemente creado Archivo General e Histórico de la Defensa.
La Ley de Patrimonio Histórico Español indica que los documentos allí depositados, además de ser convenientemente conservados, deben estar a la libre disposición para ser consultados de investigadores y ciudadanos, como así sucede en el de la Guerra Civil de Salamanca, que solíamos visitar en nuestros viajes de estudios. Pero en muchos casos esta disponibilidad depende de la buena voluntad del archivero de turno.

¿Qué pasa entonces con toda esa documentación? En otros países, periódicamente, se desclasifican y pasan a ser de libre consulta pública, lo que permite a investigadores, historiadores y gentes del común acceder a cantidad de datos que, una vez estudiados, ayudan a enteder nuestro pasado y nuestro presente. Según una ley preconstitucional de 1968, la Ley de Secretos Oficiales, eran los militares que los "calsificaban", los que podían decidir sobre su desclasificación para que dejaran de ser "secretos", sobre todo para evitar que se acumulara demasiado material. Pero como nunca se tomó esta decisión con los pertenecientes al periodo que va de 1936 a 1968, la acumulación ha acabado produciéndose. Se trata de más de 10.000, agrupados en bloques temáticos, no clasidicados uno a uno, que abrcan elementos tan dispares como, campos de concentración, batallones de trabajo, arrestos, denuncias, deserciones, información relativa a los dos bandos de la Guerra Civil, además de lo referente a espionaje, actividades británicasas y estadounidenses (1944-1945), masonería, guerrra de Ifni...

Pues bien, la Ministra de Defensa, Carme Chacón, tras años del estudio correspondiente, planteó al Gobiernos la propuesta de desclasificación en bloque de estos documentos por no representar amenaza alguna contra la seguridad del país o contra la intimidad de las personas. Y en esto llegó el 20 N y "mandó a parar". Mucho me temo que haya otras urgencias que atender y que todo ese trabajo preparatorio quede aparcado de momento. ¿No sería más adecuado reformar la ley de secretos oficiales antes mencionada para evitar "acumulaciones" además de secretismo? Y puesto que hablamos de secretismo, ¿no sería mejor, en aras de la transparencia informativa, elaborar una nueva de cara a los años venideros? La labor de estudio documental previa, sería tarea de archiveros formados, y ahí habría tajo para los egresados del MBAD. Queda aquí la propuesta.

José Manuel Mora.

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