Madagascar 3. Los fugitivos.

Otra de dibus...

La ventaja de tener sobrinos-nietos en edad de merecer es que resultan la excusa perfecta para ir a ver pelis de dibujos. Estas páginas guardan constancia de que en otras ocasiones no he necesitado a mi sobri Mateo para ir a verlas. Es evidente que el niño ha seguido algo diferente de lo que he visto yo. Unos animales salvajes con los que ya estaba él familiarizado por los anuncios de la tele, que hablan, hacen locuras, se pelean, se chocan, están a punto de caer por precipicios...toda la parafernalia típica de dibujos animados. Yo, además, tenía la referencia de las partes anteriores, con las que había pasado un buen rato. Para los que no, los primeros minutos de metraje ponen al espectador no avisado en situación.



Aquí hay sin embargo alicientes bastantes para que los adultos acompañen o simplemente se embarquen en todo un mundo de referencias para cinéfilos, de homenajes a ciudades, cantantes, música...Los de DreamWorks se las saben todas. La recreación de Montecarlo, Roma o Londres es para que la disfrute la gente muy viajada. Está hecha con lujo de detalles y con atención a cosas tan nimias como el color tan ajustado de las casas romanas, p.e., o los fondos del foro, (la secuencia entre la osa y el lemur es genial).


Hay personajes nuevos, que viajan en el circo "Zaragoza" (¡?), el tigre ruso, la felina y el león marino italianos, los caballos y los elefantes, todos los componentes de un mundo que va perdiendo adeptos y que necesita reinventarse cada día para captar el interés del público. A ese respecto me ha dado la impresión de que hay un auténtico homenaje al Cirque du soleil en los dos montajes que la trupe logra montar. Resulta un derroche de iamginación el colorido y el juego de pistas múltiple, el movimiento de "cámara". Lo digo así porque los travellings laterales o aéreos que se presentan son magníficos y adecuados a las stuaciones.


La banda sonora merece comentario aparte. La "mala" de la película, la policía francesa que persigue inmisericorde al pobre león, se marca un Je ne regrette rien  de la Piaf, que es de auténtica antología. Y las piezas instrumentales resultan muy bien elgidas, y ahí incluyo el Con te partiro de A. Bocelli, o los rap que se marcan los animalitos. Una gozada.



El ritmo con el que las aventuras están contadas no decae en ningún momento y el guión deja la puerta abierta a una posible secuela futura con todo el circo recorriendo el mundo. Yo no la he visto en 3D, así que no sé decir qué tal quedan los efectos, pero los de la factoría de los sueños han trabajado bien y ofrecen un producto que no defraudará ni a niños (genérico) ni a acompañantes.

José Manuel Mora.
P.S. No me pude quedar hasta el final de los créditos y no sé quiénes son las voces que han doblado en español. El acento cubano de la cebra es tronchante. Vale


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