Argo, de Ben Affleck

Polémica

De nuevo una peli, Argo, con la etiqueta: "basada en hechos reales". Y eso que he dejado dicho que me dan repeluz. Pero ésta la firma el más conocido como actor Ben Affleck, de quien ya había visto uno de sus títulos anteriores, The Town, y que me pareció un triller trepidante y válido. Así que, a pesar de ser sábado, he ido a verla. Y, como en los viejos tiempos, la sala estaba a tope, por el día, la hora (media tarde) y el tirón de las pelis estadounidenses, además del guaperas del actor protagonista.


Como empiezo a tener años, aunque no demasiada memoria,  una película de época, como quiere ser ésta, se convierte para mí en un filme histórico, de mi propia historia.  Finales de los setenta, aún en mi etapa vallisoletana, cuando no tenía tiempo ni para leer periódicos y además no teníamos televisión. A pesar del aislamiento, uno no podía dejar de enterarse del secuestro que se produjo en la embajada de EE.UU. por parte de los seguidores de Homeini. Por aquel entonces muchos creímos que la llegada del clérigo al poder desde su exilio parisino suponía la liberación del yugo dictatorial del Sha. Pronto mostraron, él y los clérigos que le seguían,  su verdadero rostro de fanatismo e intransigencia. Claro que los yankees no podían estarse quietos en el tablero de la guerra fría que se libraba contra la URSS. Con tal de oponerse al dominio de ésta en la zona, fueron capaces de ayudar a unos incipientes talibanes en el vecino Irak. Yya sabemos que "de aquellos polvos...".


En este contexto se mueve el director para contarnos lo que sucedió con seis funcionarios que escaparon de la embajada para refugiarse en la de Canadá y la peripecia absolutamente cinematográfica (en ambos sentidos) para conseguir sacarlos del país. Estas pelis, para ser creíbles, necesitan de un extraordinario diseño de producción y desde luego que lo tiene, hasta en los detalles más nimios: decorados, peluquería, vestuario...Yo que viví aquellos años con la edad de los protagonistas, hubiera podido llevar cauqluiera de las camisas o chaquetas que ellos lucen. Y, sabiendo que la peripecia acabó bien, es necesario que el guion, basado en notas del agente Martínez, esté perfectamente dosificado para que no pierda interés lo que se nos cuenta; no tanto el qué, sino el cómo. Y aquí el director ha alternado el hilo conductor principal con toques de comedia que hacen burla del mundo de los estudios cinematográficos del Hollywood de la época (hasta el cartel de la colina, caído por entonces, aparece tal y como estaba).


A ello hay que añadirle la siempre correcta actuación de Affleck y que se haya sabido rodear de secundarios de lujo: el gordo Jon Goodman, a quien sigo los pasos desde Barton Fink; o Alan Arkin, con el que me reí tanto en Pequeña Miss Sunshine. El hecho de no conocer al resto del elenco, como me suele suceder, me los hace más creíbles.


Pero... A pesar de saber que el trabajo del director viene condicionado por los materiales de la realidad, la manera en que muestra algunos de sus aspectos me parece excesiva: la figura del protagonista como pobre desdichado lejos de su hijo; el final feliz de esa historia que, aunque sea cierto, resulta empalagoso. El maniqueísmo que suele empapar estas películas, condición si ne qua non para su triunfo en las taquillas estadounidenses...Todas estas cuestiones me han distanciado de lo que veía y no he llegado a vibrar con el supuesto drama de los rehenes de la pantalla, de los que apenas se nos dan unos apuntes personales, lo que los deja como títeres necesarios de la historia. Y eso que al final viene la coda con el emparejamiento de los reales personajes y los actores que los encarnan.
No obstante he de reconocer que se deja ver con agrado y que el que se estrene con sólo dos semans de diferencia de su país de origen, por aquello de la globalización, hace que incluso un asiduo de estas páginas que me lee desde Mountain View, USA (¿cómo descubriría esa persona este humilde blog?), pueda ver qué se opina por este otro lado del Atlántico.

José Manuel Mora




Comentarios

Basi ha dicho que…
De haber leído antes esta recomendación, no habría ido ayer a ver la última de Woody Allen.¡Qué decepción!No podría haberle salido peor, me pareció una malísima película, totalmente patética.
manipulador de alimentos ha dicho que…
Entretenida, con ritmo, a la vieja usanza, también previsible y superficial, 'Argo' sin embargo es una prueba más del talento narrativo de Affleck. Un buen rato de cine, que es mucho, pero tampoco nada más. Saludos!!!!