Archivos Municipales de Nueva York

 Un tesoro en imágenes

Quienes tienen la atención de seguir estas páginas, especialistas o no, saben que fue el Módulo el que me acercó a un campo en el que era/soy lego: los archivos. Pero es cierto que las visitas que realizábamos a final de curso (¡qué tiempos! parece que se han dejado de hacer) en compañía del "archivero mayor del reino", José A. Fernández Cabello, me sensibilizaron ante un mundo que yo creía que encerraba tan sólo legajos polvorientos. Ahora resulta que los archivos hablan y que elevan la voz cada vez más ante quienes deciden dedicar su tiempo y su esfuerzo a desentrañar lo que encierran. Y traigo aquí a colación dos ejemplos elocuentes que me han llamado la atención en la prensa de este último mes.


Nueva york es un icono, para bien y para mal. Hay quien detesta la ciudad sin haberla conocido nunca, y otros para quienes es un auténtico mito de la modernidad. Yo la visité hace treinta años y me deslumbró. Soy de propensión mtómana. Ya me habían quedado grabadas de forma indeleble las imágenes que Woody Allen seleccionó para que sirvieran de decorado, de fondo, en su magnífica Manhattan, de fastuoso blanco y negro y que venía acompañada de una banda sonora extraordinaria. Después fue la literatura, curiosamente española, quien me lo volvió a traer a la mente con los poemarios dedicados a la ciudad que nunca duerme: de Juan Ramón y su Diario de un poeta recién casado, de 1916 ("Es la luna o es un anuncio de la luna", decía el de Moguer a su llegada ante los reclamos luminosos de sus calles); Federico y su Poeta en Nueva York de 1929, en el inicio de la Gran Depresión ("La aurora de Nueva York tiene / cuatro columnas de cieno / y un huracán de negras palomas / que chapotean las aguas podridas..." no podía verlo de forma auroral); y Pepe Hierro, por no cansar, con su Cuaderno de Nueva York, de 1988 ("En esta encrucijada, / flagelada por vientos de dos ríos / que despeinan la calle y la avenida / pisoteada su negrura por gaviotas de luz..." canta y llora el poeta entre el Hudson y el East River). En 2006 regresé, y volví a quedar fascinado. En un recorrido en bus por la ciudad, de un día de duración, lo acabamos atravesando el puente Verrazano hacia Brooklyn y, ya anochecido, remontábamos una cuesta cuando, inopinadamente, apareció el skyline de la ciudad iluminada, casi en blanco y negro, con la voz de Sinatra cantando por los altavoces su  New York, New York, emocionados nosotros hasta la lágrima.


Después del anterior panegírico no será de extrañar que la web que se publicita ahora, http://www.nyc.gov/html/records/html/gallery/home.shtml y que pone a disposición de curiosos varios su fondo de imágenes de la ciudad (870.000 documentos digitalizados y en línea, con fotografías, mapas, películas y archivos sonoros) me parezca importante como para traerla a colación. Visitors are invited to explore and search the collections individually, or across all collections by keyword or any of the advanced search criteria. En una página así se pone de manifiesto la importancia de la indización para la posterior posible búsqueda. Dichos fondos abarcan desde mediados del XIX hasta los años ochenta. Probablemente es el archivo de imágenes en línea  más extenso del mundo. No se trata de la Diane Arbus o de Robert Mapplethorpe, sino de fotógrafos anónimos, muchas veces funcionarios municipales, que no pensaban en relizar obras de arte, sino en dejar testimonio de la construcción de puentes y edificios o de los rostros de los maleantes mafiosos apresados por la policía. 


De entre ese filón, unas 15.000 pertenecen a Eugene Salignac, éste sí, fotógrafo conocido, correspondientes al periodo entre 1906 y 1934. Un archivo que nos habla a través del tiempo y de las imágenes digitalizadas, proceso éste, el de la digitalización, que aún no ha concluido y que irá creciendo en la medida que haya fondos para ello.De su importancia habla también el hecho de que la página se haya colapsado en numerosas ocasiones, dado el éxito que ha obtenido.

José Manuel Mora.

 P.S. Dejo para otra entrada tratar de otro archivo que a los españoles con memoria nos toca más de cerca. Continuará...


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