Bach y Mozart se salen de la norma
Auiero abundar en una entrada anterior que dedicqué a la clasificación de partituras, para centrarme en dos autores que se salen de la norma. Desde mucho tiempo atrás había quedado establecido que la clasificación del material musical de un autor viniera encabezado por la palabra latina opus, seguida del número que la obra ocupaba en el orden de composición. Y así se ha venido haciendo en general con la inmensa mayoría de los compositores. Sin embargo hay dos ilustres excepciones. Johann Sebastian Bach (1685-1750) tuvo que esperar hasta el s.XX para que un compatriota suyo, Wolfgang Schmieder, publicara su Thematisch-systematisches Verzeichnis der musikalischen Werke von Johann Sebastian Bach (Catálogo temático sistemático de las obras de Johann Sebastian Bach), y que fue publicado en Leipzig en 1950. Tal y como se anuncia en su título organiza el material empezando por las cantatas, de las que el músico/organista habia compuesto gran número, así como misas, pasiones oratorios y motetes; sigue con la obra coral, para terminar con la instrumental y el Arte de la fuga. Y así cada pieza viene encabezada por su título, seguido de la abreviatura BWV (Bach Werk Verzeichnis), y el número que ocupa en la ordenación, con un circa y el año, característicos de la fecha aproximada..
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) tuvo que esperar menos para que su obra estuviera organizada de modo sistemático. Y fue también un contemporáneo suyo quien lo hizo, Ludwig von Köchel (léase keguel), en 1862: Chronologisch-thematisches Verzeichnis sämtlicher Tonwerke Wolfgang Amadé Mozarts («Catálogo cronológico y temático de todas las obras musicales de Wolfgang Amadeus Mozart»). Debido a quien dedicó su esfuerzo y tiempo a tan titánica tarea, las composiciones del músico salzburgués vienen nombradas por su título, seguido de KV y el número, o simplemente con la K inicial del apellido del que las ordenó.Vienen a continuación los primeros pentagramas de cada obra a modo de incipit, manera latina de decir "aquí empieza". Debido a la profusión de obras mozartianas, y a su atribulada vida, muchas de ellas estaban poco claras en cuanto a la fecha de su composición o bien se simultaneaban en el tiempo. Así pues, y aun habiéndose aceptado esta denominación de forma generalizada, hubo que modificar y completar ese trabajo en 1937 por parte de Alfred Einstein, que añadió precisiones, adjudicaciones y correcciones. Se mantuvo sin embargo la numeración del K 426, por ejemplo, seguida de una letra que precisaba la organización inicial.
Dejo a continuación el enlace de la grabación que se realizó el 30 de septiembre de este año, en la iglesia de Guardamar, de Alicante, de la obra Réquiem en re menor, KV 626, que se interpetó por la Orquesta de Jóvenes de la Provincia de Alicante (OJPA), acompañada de la Coral del Vinalopó, en la que me incluyo, y con la que disfruto en medio de tanta gente con un afán común, colectivo y generoso, en la medida que se realiza gratis et amore, para deleite de quienes lo escuchan y de quienes lo interpretamos.
José Manuel Mora.
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