RTVV, y su patrimonio audiovisual

 De la importancia de los documentalistas

Ya se sabe que, cuando vienen mal dadas, la Cultura es de las primeras perjudicadas, bien en forma de censura, o en forma de recortes que impidan que aquélla llegue al mayor número de personas. Da igual que se trate del cine (Vigo es la primera gran ciudad que se queda sin salas a las que asistir y los aficionados tendrán que coger el coche para ir a otros lugares), que de las bibliotecas (a las que se les ha suprimido la dotación económica para comprar fondo nuevo en este año, o para las que en Madrid proponen "voluntarios" que se hagan cargo de ellas), o de la documentación.


Cuando me ofrecieron hacerme cargo del Módulo de Biblioteconomía, lo que más me intimidaba era la parte concerniente a "Documentación", ya que era lo que más desconocía. Conforme fui familiarizándome con los tesauros y los lenguajes controlados, me fui dando cuenta de la imprescindible herramienta que esta materia suponía para elaborar información a partir de otra pre-existente. Naturalmente, para ello hacía falta que la documentación previa, en cualquiera que fuera el formato o el soporte pudiera estar al alcance de los investigadores o de los creadores y periodistas. Los de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes acabaron de abrirme los ojos en las sucesivas vistas que realizábamos a su sede en el campus de la U.A. El equipo de tratadores de la documentación que colaboraba con la Biblioteca era competente, estaba muy bien formado y trabajaba sin necesidad de estar sometido a condiciones de esclavismo: filólogos que fijaran los textos, conservadores/reparadores de los textos originales, fotógrafos que página a página fueran fotografiando los tesoros que les iban llegando, indizadores que clasificaban el material que se iba digitalizando (puesto que se traba de una biblioteca en línea y por lo tanto todo debía estar asequible a través de la red), archivadores, técnicos que mantuvieran la página operativa... Pronto empecé a decirle a mi alumnado que, de todo lo que estudiaban, la Documentación era lo que tenía más futuro; más si considerábamos "documento" cualquier elemento portador de información, facturas, cedés, recortes de periódico, vídeos o imágenes fijas, cartas, cuadros, y un etcétera largo.


 Ahora me entero por la prensa de que los de RTVV (la radiotelevisión de aquí, la de los contratos oscuros cuando la visita del Papa, la del acoso de alguno de sus dirigentes a sus trabajadoras, la del despilfarro en programas que valían la décima parte de lo que se presupuestaba por ellos, la de los últimos EREs que van a poner en la calle a tanta gente, ésa) van a dejar temblando el departamento encargado de custodiar y tratar la información alamacenada en sus archivos de imágenes, tan rico para futuros investigadores e histroiadores y para cualquier periodista que quiera elaborar algo medianamente apoyado en documentación previa. El 83% de su plantilla se va a la calle. Quedarán tan sólo seis trabajadores para hacerse cargo de todo ese tesoro por el que incluso se ha interesado el Consell Valencià de Cultura.


El archivo conserva alrededor de 250.000 cintas de vídeo Betacam. Dada la famosa "obsolescencia programada", o bien se digitaliza todo ese material (además de indizarlo, por supuesto, si no, no habrá quien encuentre nada después), o como ya no habrá reproductores de esas cintas, no se podrán consultar. Era un proceso ya iniciado, que ahora corre el riesgo de quedarse a medias. Con tan poco personal el departamaento podría estar abocado a su cierre o, una vez más (como con los hospitales y tantas cosas importantes) a su externalización, i ja hem arribat on anavem, que decimos por aquí.Y entonces sí que se contrataría de aquella manera, aunque los resultados sean penosos.


Me alegra que un diputado de Les Corts, J.Moreno, antiguo alumno mío, esté dando la batalla ante semejante  barbaridad. Aunque, ¿qué le hace una raya más al tigre? Sin los documentalistas necesarios será difícil preservar todo ese ingente caudal de información, aparte de que mucha de ella, como en casi todas las televisiones locales, haya estado manipulada por el partido en el poder. Incluso así es fundamental su conservación, de la misma manera que el Index librorum prohibitorum nos pone al día de cuáles eran las paranoias inquisitoriales o reales (de la realeza, I mean) de la época. No creo sin embargo que se levanten muchas voces en su defensa y me temo que, como tantas otras cosas, pueda ir todo al basurero de la Historia. Una pena. Y ahora sí, me voy a Polonia.

José Manuel Mora.

P.S. Después del decreto de disolución de RTVV ¿Qué será de este archivo?¿Quién lo gestionará y cuidará? ¿Cómo se tendrá acceso a él? En fin...






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