MBAD: 100.000 páginas vistas....

No sé si lo entiendo

 Está claro que no se puede ir uno de vaciones. Tras veinte días dando vueltas por Holanda (ya se sabe, "la dura vida del turista": tirar de maleta, cambiar de hoteles, patearlo todo para poderlo disfrutar mejor y conocerlo a fondo..., podéis esperar alguna entrada que otra al respecto), vuelve uno a casa, entra en el abandonado blog, MBAD, y al mirar la pestaña de "estadísticas", se encuentra con que se han superado las cien mil páginas visitadas. Mi amigo Fran Mas Silvestre, "componedor" del aspecto visual del blog, además de uno de los causantes de que yo me metiera en estas lides cuando era alumno mío, ya me tiene advertido, y así además me baja los humos, de que no todas las "visitas" son "lecturas". Pero aún así, y teniendo en cuenta que las mías no se contabilizan y que el relojito del visiteo lo puso en marcha hace tres años, haber llegado a esa cifra de páginas vistas y con cincuenta seguidores a la espalda, no deja de sorprenderme. Me explico.

                                                                              (anaqueles de una librería bien surtida en Eindhoven)

Como ya advierto en el apunte de presentación, siempre pensé que semejante blog no dejaba de ser "sofisticado" y a pesar de ello lo creé como herramienta pedagógica con la que estar en contacto de otra manera con el alumnado. Mientras ejercía la docencia las entradas eran breves, espaciadas en el tiempo y más específicas en lo concerniente a sus posibles lectores; de hecho muchas de las etiquetas hacen referencia a alguna de las asignaturas que se impartían el el Módulo de Biblioteconomía. Sin embargo, al jubilarme y además desaparecer este curso que se inicia dicho Módulo (más de mil docientas visitas ha cosechado la entrada que le dediqué a la despedida del mismo), empecé a considerar la posibilidad de que me sirviera de aide-memoire, que decimos los franceses, para llevar cuenta de lo que voy leyendo, de las pelis que veo, de algún acontecimiento que me pareciera importante comentar... para que no caiga todo por el absorbente agujero del olvido. Si además resulta que, al parecer, las impresiones que todo ello me causa, junto con las reflexiones que me pueda provocar, interesa a alguno, pues mejor. Me parece una forma como otra de ocupar mi tiempo de jubilata. Me entretiene, me exige salir, leer, ver, y el esfuerzo de pergeñar, que diría mi padre, unas líneas sin decir demasiadas tonterías u obviedades.

                                                     
                                                     (vidriera con todos los oficios que integran la producción libraria)

Por qué digo ese "no sé si lo entiendo", que encabeza estas líneas... Pues porque analógico como soy, con alguna pretensión frustrada de digital, se me hace un poco increíble comprobar el mapita que refleja con distintas tonalidades de verde los distintos países desde donde se visita la página. Se supone que, estando en castellano, España debería ser la que mayor intensidad de verde alcanzara, seguida de los países de Hispanoamérica, como así es también; y, sin embargo, muchas veces sucede que son los Estados Unidos los que le arrebatan la enseña. Ya sé que el número de hispanohablantes no hace más que crecer allí, pero con todo, queda algo a trasmano. Supongo también que el buscador proporciona el enlace a este blog cada vez con más frecuencia, dado el elevado número de visitas, según sea lo que se pretenda consultar. Sé además que los traductores automáticos permiten tener acceso desde un idioma diferente; si no es así, no entiendo cómo entran desde Groningen (Holanda) o Mountain View (USA), por poner dos ejemplos exóticos y verídicos, o Alemania o Francia, que aparecen hoy levemente teñidas de tímido verdor. Serán cosas de la informática, sin duda. Lo que Eco llamaba "la aldea global" parece que se está haciendo realidad. ¿Qué quedará de todo ello con el paso del tiempo? El papel o el pergamino han mostrado que son mucho más de fiar. Y si no, que se lo pregunten al contenido de los ordenadores de Bárcenas.

Pues nada, a los visitantes aleatorios, a los curiosos, a los fieles, a las amigas y amigos que se toman el tiempo incluso de realizar algún comentario...a todo el mundo, gracias. Seguiremos informando.

José Manuel Mora.

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