Biblioteca Marcel.lí Domingo, de Tortosa

No todo está perdido...

 Después de haberme puesto verde de envidia con mis visitas a las bibliotecas holandesas durante mi periplo estival (de las que he dejado referencia en estas páginas), necesitaba sacarme la espinita. Mi viaje a S. Carles de la Ràpita con el IMSERSO (sí, habéis leído bien, ya me tocaba pasar otra frontera) me ha posibilitado recorrer las tierras del bajo Ebro y así he descubierto Tortosa y, en su casco antiguo, un edificio de factura moderna, fachada de grandes losas planas, con aperturas lineales, de una desnudez atractiva: la Biblioteca Pública, que lleva el nombre de un viejo maestro republicano que legó a ser Ministro de Instrucción Pública, Marcel.lí Domingo.Es cierto que el edificio se levantó antes de que empezaran a correr los vientos heladores de los recortes.


Su interior volvió a llamarme la atención porque, como suele ser frecuente por estos parajes de la Vía Augusta, cualquier excavación puede poner al descubierto hallazgos arqueológicos. Y en este caso, y con muy buen criterio, los han dejado expuestos bajo el piso de grueso cristal, justo en frente del mostrador de atención al usuario y que conforma además un lugar expositivo. En el momento en que yo la visité colgaban fotografías realizadas por las pioneras en el arte de Daguerre.Y esta tarea expositiva, para la que se usan también las paredes de los distintos niveles, es una de las preocupaciones de sus responsables, entre otras muchas que ahora pasaré a comentar. Por cierto, hablando de responsables, la bibliotecaria que me atendió, no tenía tiempo suficiente para explicarme la variedad de actividades que este centro de "cultura, conocimiento e información" proporciona.


Los responsables de las bibliotecas actuales saben lo importante que es "venderse", para lo que resulta esencial una buena página web, y la de ésta lo es: bien diseñada, clara, atractiva, y con un blog de actividades que quita el hipo (http://bibliotecamarcellidomingo.blogspot.com.es/), como podrán comprobar quienes lo visiten. Entre ellas, y como va siendo habitual, la atención especial a los futuros lectores.


Quiero pensar que es tarea de varias personas porque atienden a un abanico de intereses amplísimo: los habituales clubes de lectura, con mención especial a las lecturas teatrales (que a mí tanto juego me daban para atraer a esa actividad a los adolescentes con los que he trabajado), cuentacuentos en los que participa gente joven de mi edad, que aún no ha perdido la memoria de la oralidad de su infancia, que tan importante fue para despertar nuestra imaginación de niños, talleres, conferencias, charlas, presentaciones de libros, formación de usuarios..., en fin, miradlo vosotros mismos.





























  
Además de la variadísima temática de sus fondos y de los soportes que la encierran, cada biblioteca va intentando forjarse un perfil propio que la distinga de las demás. En este caso parece que la atención a los menos favorecidos es una de las preocupaciones de sus responsables: grupos en peligro de marginación, discapacitados, inmigrantes, además de asociaciones y colectivos que saben que cuentan con un apoyo en la institución. Y eso a pesar de que los recortes han llegado aquí como al resto de bibliotecas de España y hace más de tres años que no se compra fondo nuevo porque la subvención es 0 €. 





























Que una ciudad que no llega a los 40.000 habitantes cuente con semejante "herramienta" me hace albergar la esperanza de que no todo está perdido. Es cierto que los modos alternativos de lectura están ganando cada vez mayor "cuota de pantalla", y nunca mejor dicho, pero estos centros de documentación, latu sensu, atendidos por personal especializado, muestran que las necesidades de los usuarios, su formación en las búsquedas de aquello que les interesa, en medio de la maraña de la red de redes, necesitan ser cultivadas y cubiertas para que la autonomía del "buscador" le permita la mayor libertad del mundo a la hora de satisfacer sus pesquisas.


Enhorabuena a quienes se encargan de mantener viva esta biblioteca y a sus conciudadanos por disponer de ella. A mí, ya digo, me ha proporcionado una gratísima sorpresa. Vale.

José Manuel Mora.

Comentarios

Después de leer este podcast solo me queda darte las gracias por creer en las bibliotecas.
Si tal vez pensamos que las bibliotecas pudiesen desaparecer ante el advenimiento de la tecnología, pues como dijera Bill Gates “el libro se halla condenado a desaparecer” , nos equivocamos puesto que éstas son algo mas que almacenes de material impreso, son una de las fuentes de las que emana el conocimiento y no se circunscribe a papel, sino que se reinventa continuamente con la capacidad de adaptación que solo tienen los sistemas abiertos.

Las bibliotecas cada vez mas cobrarán mayor relevancia, estamos vivas y somos el centro de toda comunidad, así que ánimo pues tu labor bibliotecaria va más allá de los tiempos, no tiene frontera y su eco es permanente en el impacto cultural, y social.
Enhorabuena por tu blog.