Los archivos del Pentágono, de S. Spielberg

 Prensa y políticos

Ya advertí en la anterior entrada que esta semana habría programa doble, como cuando era pequeño e iba al cine Roxy de Benalúa y por seis pesetas podíamos ver dos pelis. He de reconocer el cine "de" o "sobre" periodistas, que no es lo mismo, conforma casi un género en la industria jolivudense. Y que soy aficionado a él desde que O. Wells me dejara ojiplático con su Citizen Kane (1941), donde mostraba el enorme poder que puede tener la prensa para manipular la realidad y para corromper o destruir a quienes se opongan a sus intereses. His Girl Friday (en España se tituló Luna nueva) es de un año antes y H. Hawks ya supo mostrar en tono de comedia lo que un editor de prensa es cpaz de hacer para no perder bocado. Y un par de títulos más: The Front Page (1974) es una de las obras más corrosivas de B.Wilder. En ella se muestra cómo un periodista puede retorcer la verdad para conseguir una exclusiva que le reporte fama y dinero. Aquí la comedia es amrguísima. Y para terminar Todos los hombres del Presidente (1974), en la que A. Pakula acaba poniendo en solfa al mismísimo R. Nixon, gracias a las investigaciones de dos periodistas. El derecho a informar frente a los intereses políticos del Gobierno. Ganaban los buenos, como aquí, ya adelanto.


 Soy de los que he seguido la filmografía de su director, Steven Spielberg, con una fidelidad que no he mostrado con otros autores. Y esto desde su primer trabajo, Duel, telefilme del año 1971, hasta El puente de los espías (2015), pasando por El color púrpura (1985) o La lista de Schindler (1993), por no aburrir. Probablemente se haya debido a que es un gran contador de historias. Da igual el género: aventuras, ciencia ficción, bélicas, de terror, históricas... todas llevan su sello de buen narrador, capaz de emocionar, de tenernos con el alma en vilo o de hacernos llorar inconteniblemente. Pero en todas ellas se muestra también como un hombre perfectamente instalado en el sistema. Así que no hay que esperar de este chico joven de mi edad un cine de denuncia radical, tampoco en estos Los archivos del Pentágono que he visto esta tarde. 


Yo tuve noticia real del conflicto de Vietnam cuando en 1971, año en el que se ambienta la cinta, los estudiantes bordeleses que se manifestaban en el campus o en la ciudad gritaban: Vietnam, Laos, Cambodge, même combat. Francia estaba más sesibilizada, ya que Indochina había sido una colonia francesa hasta que en 1953 los estadounidenses comenzaron a regar con dólares el territorio para poder combatir el comunismo y la creciente influencia china en la zona. Tras el dinero vendría el envío de soldados y de armas, sabiendo ya en los sesenta que era una guerra que no se podía ganr. Lo sabía con anterioridad IKE. Lo sabía Kennedy. Luego lo supo Jhonson y por último el presidente mentiroso, el inefable R. Nixon. Detrás de todos ellos la tenebrosa figura de H. Kissinger. Y los jóvenes estadounidenses siguieron muriendo en las selvas del Mekong y volviendo envueltos sus féretros en la bandaera sacrosanta. Y los lisiados físicos o psicológicos desembarcaban en los USA poniendo en entredicho con su sola presencia el sueño americano por el que se suponía que habían luchado. Los pacifistas jipis ifueron un primer revulsivo para la sociedad estadounidense. El escándalo que supuso el informe que encargó elaborar el que fuera Secretario de Defensa durante los años álgidos del conflicto, R. McNamara, y que primero el  New York Times y luego el Washington Post  publicaron gracias a unas filtraciones de uno que había trabajado para la Administración, acabó con la idea que el Gobierno quería preservar por encima de todo: no aceptar que los USA pudieran perder una guerra. Y es en ese tira y afloja entre la defensa de la libertad de prensa y la de los intereses gubernamentales donde a Spielberg se le ve su posición ideológica: mantener altos los valores del pueblo estadounidense y su Constitución, como si durante el rodaje, Trump no hubiera estado llenando de mierda los telediarios y los periódicos con sus fake news, que naturalmente él considera que son las de los medios que lo critican y que éstos piensan que son las que el propio presidente crea con sus tuites matinales.


Hay un elemento que el listo de Spielberg no puede dejar pasar por alto: el hecho real de que el diario de Washington estaba dirigido entonces por una mujer, cosa insólita para la época, e incluso para ella que reconoce que no había trabajado nunca, siendo su papel el de ama de casa y qie tuvo que hacerse cargo de la empresa al suicidarse su marido, a quien su padre, el de ella, había dejado al frente de la cabecera periodística. La señora Graham/Meyl Streep (ésta última no parece tener que esforzarse mucho para interpretar, todo lo hace con absoluta naturalidad y perfección) tiene que pelear con el consejo de administración del diario, con su jefe de redacción, un Tom Hanks casi irreconocible y estupendo, con su antiguo amigo McNamara, con la Administración, que amenaza con enviarla a la cárcel por revelación de secretos... Parece que, en medio de todas sus dudas y sus inseguridades, fue capaz de tomar la decisión adecuada, que acabó consolidando su periódico como una referencia nacional.


Es una delicia volver a ver un diario en marcha con las viejas linotipias en las  que se va compooniendo la página línea a línea y columna a columna. Las rotativas, hace tiempo desaparecidas, en pleno funcionamiento, haciendo temblar el piso de los redactores. El trabajo en equipo de los que tienen que investigar, de los que redactan, de los que componen y revisan. Un mundo que ya no existe.Nostalgia de quien hace no tanto enseñaba esas técnicas al alumnado del Módulo que da nombre a este blog. No creo que haga falta hablar de la factura de la peli: vestuario, música, planificación, ritmo.. Todo en su sitio. As usual... Un buen recordatorio, siempre que se ponga algo de distancia crítica respecto a la postura autocomplaciente de su director con respecto a su propio país.

José Manuel Mora.


Comentarios