Juego de tronos, serie de D. Benioff y D. B. Weiss

 Sí, yo también.

Ya sé que está todo escrito al respecto (no hay más que ver la extensión que ocupa la entrada de la wiki), y que es difícil que olvide la experiencia de estar pendiente de una serie televisiva tantos años. Coincido en esto con tantísimos espectadores en el mundo que han pasado por lo mismo. No quiero sin embargo dejar de anotar algunas de las cosas que esta historia me ha traído a la cabeza. Empezamos a verla cuando todavía no era un seriéfilo, creo que sigo sin serlo, y una sobrina nos animó a ello. Vimos de golpe las dos primeras temporadas. Y pronto supimos que ninguno de los personajes principales estaba libre de ser asesinado de manera inesperada, aunque perfectamente dentro de la lógica narrativa de la historia. La cosa llegó al culmen en la famosa "Boda roja". A partir de ahí cualquier cosa era posible. Ya estábamos atrapados y tuvimos que esperar los tiempos de producción y exhibición que HBO nos fue proponiendo. Game of Thrones había entrado en nuestras vidas. El responsable de los libros que conforman Canción de hielo y fuego,  en los que se ha basado la serie, es George R. R. Martin, de quien, naturalmente, dado el género al que se dedica, no había oído ni nombrar. Tampoco a los responsables de la creación televisiva, D. Benioff y D. B. Weiss.



¿Qué fue lo que me atrapó? Por ser ordenado, los créditos iniciales durante la presentación del mapa de los siete reinos con aquella música, convertida ya en un icono para nuestra memoria, tuvieron algo que ver. Indudablemente ese ambiente entre saga artúrtica y  drama shakesperiano que se respiraba en cualquiera de los castillos, con sus luchas intestinas en cada uno, no dejaban de tener su punto. Los nombres de las familias y de los personajes, me resultaban difíciles de retener. Si a ello se añadía la espera entre temporadas, uno acababa por no recordar con precisión las relaciones de amor-odio entre ellos.  Es cierto que había una serie de protagonistas que me resultaban enormemente atractivos. Como la lista es larguísima, si tuviera que quedarme con uno sólo seguramente sería con Tyrion Lannister. Su humanidad, sus contradicciones, su evolución, la complejidad de su personalidad, su inteligencia, su sentido del humor, me parecían fascinantes. He de reconocer que parte de esa fascinación derivaba del actor, Peter Dinklage, quien ya llamó mi atención al protagonizar The Station Agent (Vidas cruzadas) en 2003.



No creo que la serie haya sido ajena a lo que sucedía a este lado de las pantallas. Como no conozco el original literario, no sé hasta qué punto ya estaba todo en los libros de Martin o los guionistas han ido dando mayor papel a las mujeres como motores de la historia, como auténticas hacedoras de sucesos importantes. Tanto Cersei como Danaerys se salen del tradicional papel de la fémina en estas historias de testosterona, y su enfrentamiento final las definirá por completo. Son muchas las que poseen un perfil diferenciado. Ese es otro de los grandes aciertos de la serie, lo bien dibujados que están los caracteres. Una bruja de enorme poder, una niña luchadora, una vieja capaz de decidir sobre su propia muerte, una mujer que es nombrada "caballero", la variedad de propuestas es extraordinaria y ha sido poco frecuente hasta hace unos años. Este ha sido otro de los componentes que me ha atraído en la serie. 


Menos, el hecho que ya se anunciaba al principio, de los caminantes blancos, que para mí no han dejado de ser una variante de los walking dead y que desde mi punto de vista no han sido más que una muestra de diseño gráfico por ordenador. Sin embargo los dragones voladores no dejaban de tener su gracia; me retrotraían a la ya lejana Neverending story, aunque finalmente mucho más terribles. Las asociaciones mentales son libres. Y ya que he hablado del diseño, no sólo el de las creaciones que lo requieren, es necesario citar el de la producción, que supongo que habrá sido astronómico. Las localizaciones han sido cuidadísimas y espectaculares, el vestuario y los peinados pienso que habrán creado tendencia, la fotografía se ha adecuado al momento dramático oportuno, aunque algunos la hayan criticado por su oscuridad... 


 Y el afán de poder por encima de todo, causante de guerras y muertes sin cuento. La envidia, el deseo de venganza, el odio, frente a la generosidad, el amor, la entrega, la sabiduría adquirida en los libros, el valor, todos potentes sentimientos inherentes a los humanos. Por no hablar de las migraciones, de los diferentes, de los extremismos religiosos, dogmáticos e irracionales, de la tortura... Que todo ello haya acabado convirtiéndose en casi una metáfora del mundo en que vivimos, razón por la cual la serie se ha convertido en icónica, no deja de sorprender. Aunque ha habido títulos anteriores de gran pegada, The Wire, Breaking bad, por poner dos relativamente recientes, la que comento ha cambiado el modo de verlas y el impacto social producido ha sido mucho mayor. En años venideros seguramente quienes la vieron con ojos iniciáticos, recordarán ese momento vital en que la serie los hizo adictos. Y para terminar: me ha parecido un giro de guión genial por lo irónico que, tras tanta batalla y tanta muerte, todo se resuelva en un "consejo de ministros" que discuten sobre la distribución de los presupuestos en las diferentes partidas. La vida misma.

José Manuel Mora.  

Comentarios