Biblioteca Civica "Antonio Delfini". Módena.

 La última.

Quedaba una biblioteca por reseñar de mi periplo por las que visité en 2007 gracias a la beca del Programa Leonardo: se trata de la Biblioteca Civica "Antonio Delfini", en Módena, cerca de mi residencia en Viadana. (https://www.bibliomo.it/SebinaOpac/library/MODENA-Biblioteca%20Civica%20Antonio%20Delfini/MODAD). Módena es una ciudad de tamaño medio, que no llega a los 200.000 habitantes. Y una vez más sorprende que la biblioteca que fui a visitar  se me presente como un lugar de encuentro, además de un sitio en el que el objetivo último es la promoción de la lectura para adultos y gente joven. El claustro que hay en la entrada, con conexión wifi, es un poderoso atractivo para congregar a la gente joven. Desde ahí, hasta animarse a entrar, no hay más que un paso. Existe una armonización entre ese lugar y las calles con soportales abovedados del centro, tan típicas en Bologna  y en todas estas ciudades del norte, donde suele llover y es preciso guarecerse.

 




























El nombre corresponde a un periodista del siglo pasado (1907-63) y está situada en el antiguo palacio de Santa Margarita, inicialmente un orfanato y hoy sede además de una Galería Cívica que propone multitud de actividades y exposiciones. La presencia de libros, revistas y periódicos en estanterías al alcance de los usuarios es otro incentivo para animar a los usuarios. La persona que me enseñó el centro se enorgullecía de los 102 puestos de estudio y consulta para adultos, más los 83 para "lectura informal", a los que se puede acceder con orenadores personales,  lo que no impide que el silencio sea monacal. La isla de las bibliotecarias ocupa un espacio central.

























La acogida a pequeños futuros lectores cuenta con un espacio destinado a cuenta cuentos y a proyecciones con formato de teatrillo. No sólo se incluyen documentos impresos, sino que hay cedés y deuvedés de música y películas disponibles para ser reproducidos en espacios específicos. Otro de los expositores muestra una serie de libros a la venta de entre los que se han regalado a la biblioteca y que ésta ya tiene. Cada usuario, si dispone de la formación pertinente, puede efectuar sus búsquedas en el OPAC disponible junto a las estanterías, aunque la información bibliográfica específica corresponde a las especialistas que prestan su servicio encantadas. 




 

























Se trata de una biblioteca de uso y no de conservación, organizada según la clasificación Dewey para el ensayo y el resto se coloca por ejes temáticos y centros de interés. Uno de sus objetivos es la continua puesta al día con las últimas novedades edotoriales. Los fondos están en las principales lenguas europeas y además hay una sección dedicada a idiomas de los países del Este: albanés, polaco, ruso... Otra de las especificidades, hablo de hace doce años, es un banco de datos para "viajeros informados" que quieran preparar a conciencia su recorrido. Los pedidos llegan de forma mecanizada desde el lugar donde se almacenan los que no caben en las estanterías. 
























Algunas de las zonas de lo que fue el antiguo palacio han sido bellamente reestructuradas y albergan una gran sala de lecturas con estanterías de madera que son a la vez puestos individuales de lectura situados en alto. La vista general es sorprendente y magnífica. 

Y por último, la atención a los pequeños, además de lo expuesto más arriba, se pone de manifiesto con espacios específicos a los que suelen acudir acompañados de adultos, lo que siempres es un ejemplo perfecto para la gente menuda. Se piensa también en quienes tienen discapacidades visuales, con teclados enormes que les faciliten la tarea.
























Y, aunque con retraso, no existía este blog en 2007, he querido dejar aquí  constancia, con todas estas entradas, de la variedad y la polivalencia de esos lugares que tanta gente cree que están obsoletos y que, si se hacen atractivos y están bien gestionados, como era el caso, siguen contando con la presencia, no sólo de los estudiosos, sino del público en general, como se puede comprobar a través de las fotografías que dejo, todas realizadas por mí. Y un último comentario de agradecimiento a todos quienes me acompañaron en el recorrido y me enseñaron sus tesoros, orgullosos de la labor que realizan. Italia sigue siendo un país que hace que me sienta como en casa.

José Manuel Mora.















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