Biblioteca Mediateca "Gino Baratta". Mantua.

 Recuperaciones oportunas.

Tal vez por la herencia de siglos Italia sigue manteniendo una relación con la cultura que echo de menos en nuestras tierras. Los edificios históricos más o menos antiguos son aquí derribados o convertidos en hamburgueserías. No creo que el viejo matadero de Alicante, a las afueras de la ciudad, deje de ser nunca la ruina en la que se va convirtiendo. Sin embargo en Mantua han decidido restaurar y reconvertir el antiguo macello, que antes fue hospicio para peregrinos y huérfanos (s. XIV), en un ejemplar Centro Cultural "Gino Baratta" (http://www.bibliotecabaratta.it/index.php/it/), que es sede múltiple del Archivo Histórico, del Instituto mantovano de historia contemporánea y de una biblioteca espléndida junto con algo más moderno para la época en la que lo visité, allá por 2007, gracias al programa Leonardo, una mediateca desde 1998. El patio central sirve perfectamente para que los usuarios se explayen y charlen al sol o bajo los soportales, además de ser utilizado como espacio expositivo cuando hace falta.


 



 


















La biblioteca-mediateca está pensada para público diverso: adultos, jóvenes, niños, dado lo que contiene; sección de periódicos y revistas de temática variada, fototeca, la mediateca propiamente dicha, cedés en red, fondos especiales, como tesis de licenciatura y una sección de poesía del 900. Mientras que la Teresiana es "histórica", ésta se centra en la contemporaneidad. Para todo ello es necesario suficiente espacio y los restauradores lo han tenido en cuenta. Son dos las plantas las que acogen los fondos.



La planta baja es la de recepción y, además de hallarse el mostrador donde se encuentran los bibliotecarios, en ella se pueden consultar las obras de referencia como diccionarios, repertorios y enciclopedias. Las estanterías son abiertas de modo que el usuario pueda servirse por sí mismo. Como en un sitio tan grande, "libro más colocado es libro perdido", una vez consultados se dejan en mesas colocadas al efecto para que sean luego los bibliotecarios los que los recoloquen en su exacto lugar. La organización de los fondos corresponde a la Clasificación Decimal Dewey. Para ayudarse en las búsquedas, los usuarios disponen de ordenadores estratégicamente situados.




 

















 La fototeca antes citada está constituida por cerca de 120.000 imágenes entre positivos y negativos, realizados sobre todo en estudios fotográficos locales y que pertenecen a los años finales del XIX y todo el XX. En la época de la digitalización absoluta de casi todo, la mayoría de las fotos que se hacen con los móviles tienen un escaso tiempo de vida; se envían, se eliminan, se suben a la red y se pierden entre millones, sin referencia alguna. Aquí están agrupadas por temas u origen y permiten conocer con precisión la historia de Mantua y sus alrededores. 


 En el piso superior se encuentra lo que es propiamente la mediateca. En la época en que yo la visité, suponía un enorme avance la posibilidad de acceder a cerca de 7.000 deuvedés y 1.500 videocasetes que se podían escuchar o visionar en puestos específicos preparados con parabanes que permiten que el usuario se aísle y no moleste a los demás. Todo esto hoy en día en que "todo está en la red", que decía una de mis alumnas de Biblioteconomía, podría resultar obsoleto. Sin embargo no creo que lo sea, ya que su ubicación organizada permite encontrar lo que se busca, mejor y más rápido que con rastreos aleatorios y sin un criterio claro. Hay diferentes secciones: ficción, documentales, dibujos animados, cine mudo, musicales y teatro, todo ello subdividido por géneros.


Naturalmente todo ello sería imposible sin el trabajo y el esfuerzo de los profesionales que, como se aprecia en la imagen, tienen por delante una tarea ingente. Gracias a ellos y a su labor de sistematización los usuarios encuentran después con facilidad aquello que buscan. No creo que un espacio así esté obsoleto, a pesar de lo que la red facilita el acceso a lo que deseamos encontrar, aunque no sepamos lo que son las "palabras clave", ni cómo formular las preguntas de búsqueda. Para eso están los profesionales del "matadero" mantovano.

José Manuel Mora.



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