Ha nacido una estrella, de Bradley Cooper

 Intérpretes en estado de gracia.

El título que paso a comentar no estaba  en la cartelera esta semana, y cuando lo estuvo se me debió de escapar. Tampoco recuerso quién me habló de ella. Ahora lo he podido ver on line, aunque no sea la mejor manera de ver una peli como ésta. Hanacido una estrella, (A Star Is Born ) no es muy antigua, de 2018, y no tenía noticia de  Bradley Cooper, su actor, director, productor y guionista, además de cantante y compositor. De todo ello hace en la cinta presente. Para completar la jugada, he de decir que la protagonista, Lady Gaga, es de tanto renombre que resulta difícil no haber oído hablar de ella. Sin embargo, y como ando algo alejado de las listas de éxitos, no es una voz que identificara, aunque creo que no se me va a olvidar. Se trata de un remake del mismo título con la Streisand y Kristofferson, del año 1976 que tampoco recuerdo si vi en su momento, que a su vez retomó la historia rodada por George Cukor en 1954 con la Garland de protagonista. Así que la veo como de nuevas.



Un cantante country de gran éxito pero pasado de alcohol y coca, con una mano increíble para la guitarra, descubre a una chavala que está empleada en un restaurante para sobrevivir y que compone y canta con el corazón en la garganta, con el anhelo de llegar a ser una estrella. La hace subir al escenario a que cante con él, lo que acaba catapultándola a la fama. Lógicamente surge el amor entre ellos y hay también un productor celoso. Los mimbres son conocidos. ¿Por qué la traigo hoy aquí si no está ya en cartel y no es nada original? Pues porque el guión está bien escrito, aunque es cierto que el debutante Cooper se deja para sí planos estupendos porque para eso es el guionista y el director. Sin embargo para mí la presencia de la actirz es tan potente que ha acabado cautivándome. Hay más razones, claro.


Por debajo de una trama tan manida, surgen problemas reales, como el del alcoholismo y las dificultades para dejarlo, las consecuencias de la fama y de la utilización que se hace de los cantantes cuando triunfan, el peso del pasado, la soledad... Ambos personajes son presentados más como dos frágiles seres humanos que como dos estrellas de la canción, lo que posibilita la identificación. La actuación de la Gaga, que podría caer en el cliché sobreactuado, resulta contenida y emocionante por momentos, de enorme dramatismo y a la vez en ocasiones me recordaba a la Streisand riéndose de su perfil, con ña cara lavada y sin todos los perifollos con los que saltó a la fama como personaje fabricado. Cooper presenta la adicción como una enfermedad de la que lucha por salir sin demasiado éxito. Y sus sucesivos fracasos acaban siendo conmovedores por el realismo desgarrado con que los presenta. Es emocionante presenciar dos trayectorias artísticas en sentido contrario: la que asciende y la decadente, que brillarán momentánemente de forma simultánea (Shallow) y que se irán distanciando a pesar del amor que ambos sienten. Sam Elliott compone un personaje de enorme verdad como el hermano mayor del protagonista, al que le toca ejercer de padre.


Y por supuesto hay una banda sonora original impresionante. Como en los buenos musicales, aunque esta peli no entre en esa categoría, las canciones poseen unas letras que se ajustan a las vivencias de los personajes. Los duetos son de una química perfecta. Y las escenas en conciertos masivos parecen rodadas live, que le dicen. Las canciones son de Cooper y de Gaga, además de interpretar temas de otros como si fueran propios. Hay en ella una ductibilidad pra adaptarse a los diferentes estilos que me ha sorprendido gratamente. Así que, si hay alguien tan despistado como yo que topdavía no la haya visto, que intente hacerlo aprovechando las fiestas que se nos vienen encima.

José Manuel Mora.

 

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