Success, de Danis Tanović

 El alma eslava, que le dicen.

Una referencia lejana, casi olvidada en un papel donde anoto cosas pendientes, y las ganas de salir de la narrativa habitual de las series de crímenes anglófonas. El toque de "cine del Este" también tenía su morbo. No es mucho lo que se exhibe en las plataformas de esas latitudes. Así pues decidí darle una oportunidad a la miniserie, tan sólo seis capítulos, titulada Success (Uspjeh, "éxito"), en HBO, dirigida por el bosnio Danis Tanović, quien ganó un Oscar por su peli de 2001 En tierra de nadie (No man´s Land). Sé que la vi, pero como entonces no llevaba este blog adelante, no guardo constancia de lo que me pareció en aquel momento. Ha trabajado con un guión del macedonio Marjan Alčevski y ha decidido que la acción suceda en la cróata Zagreb. Ya los créditos, curiosísimos, suponen una anticipación de lo que vamos a ver.

Esperaba reconocer alguna zona de las que visité en miestancia en aquel país hace ya unos años. Sin embargo no hay color local en las localizaciones. Lo que se nos presentan son los contrastes entre quienes viven hacinados en colmenas y que corren el riesgo de ser deshauciados por impago, frente a los poderosos que habitan edificos de acero y cristal, símbolo de su estatus. En el primer capítulo vemos cómo cuatro personajes anodinos y más bien infelices (un padre de familia, un arquitecto de fama, una estudiante de instituto y una ejecutiva de un banco), los del cartel promocional, que no se conocen y no tienen nada que ver entre sí, coinciden de noche en un parque por diversas razones. Allí se produce una trifulca con resultado de muerte de un chaval, hijo de un poderoso y peligrosísimo narcotraficante. Todos se convierten así en cómplices que pretenden permanecer al margen. El quinto elemento que compone la figura narrativa es la mujer policía, encargada de la investigación. Frente a todos ellos, el "malo" de la historia, un personaje reconocible en cualquier latitud: un tiburón de la construcción, capaz de cualquier cosa con tal de conseguir su propósito de seguir engordando su cuenta bancaria. Para ello posee el dominio que ejerce en la policía, en la judicatura, en la administración, entre los políticos, en los bajos fondos a su servicio. Todo muy visto por estos lares.

La sobriedad con la que se nos muestra cómo todo se va complicando y va enredando a los personajes, que luchan por retomar el control de sus vidas, está lejos de la adrenalina a la que estamos acostumbrados en los thrillers que dominan el mercado audiovisual. Enmarcando la trama policiaca, tenemos el panorama social de una ciudad en desarrollo, en la que se anteponen los intereses crematísticos mediante la especulación urbanística a los de seguridad poblacional. Y también la violencia machista que sufren las tres mujeres de la historia, no sé  cual de ellas más dolorosa. De la violencia generada por los que desean controlarlo todo, las drogas o el urbanismo, hay múltiples ejemplos también, de una intensidad extraordinaria pero rodados con una frialdad espeluznante. Los actores, todos desconocidos para mí, dan la talla a la perfección. Las tres mujeres son tal vez las que mejor hacen frente a sus papeles. Los prólogos a cada uno de los capítulos me han parecido innecesarios. En definitiva, una miniserie muy recomendable para un pequeño maratón de fin de semana.

José Manuel Mora.

P. S. Lo del alma eslava queda de manifiesto, si no lo había Estado antes, en las canciones finales junto a los créditos. 
 

 




 

 

 

 

 

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