Dime que me quieres, de Cynthia Mort

 Relaciones de pareja

Hacía mucho tiempo que no entraba en la plataforma HBO. Curioseando y viendo carátulas, caigo en una serie de tan "sólo" diez episodios. Dime que me quieres (Tell Me You Love Me) es su título, aunque originalmente pensaron llamarla  Sexlife, y descubro al preparar la reseña que tiene ya unos años. Es de 2007 nada menos. Y su creadora, Cynthia Mort, ejerce también de guionista. Presenta algunas peculiaridades que la hacen salirse de lo habitual: no hay créditos iniciales y hay que esperar al final para conocer el título del capítulo y para escuchar una pieza musical que ilustra magníficamente el final de cada uno. De hecho se pensó en una segunda temporada, pero HBO canceló el proyecto.

Cuatro edades, cuatro parejas. Los que están a punto de casarse pero tienen sus dudas (Luke KirbyMichelle Borth)

los que intentan tener un crío en medio de dificultades sin cuento (Adam Scott y Sonya Walger)


quienes ya tienen dos y son felices, aunque han caído en la desgana (Tim DeKay Ally Walker); 


y los que ya tienen unos añitos (David Selby y Jane Alexander), gente joven de mi edad, que también deben realizar sus ajustes. Ella me parece la mejor de todo el elenco.


(He querido poner todas estas fotos porque no quisiera olvidar a tan formidables intérpretes). Todos van a terapia con la mujer de la cuarta pareja, que es psicóloga. Todas las historias están rodadas con un tono naturalista, casi experimental con cámara en mano, de cotidianeidad, con escenas de sexo explícito, necesarias para entender a los personajes y sus conflictos, muchos de los cuales tienen que ver con la cama, algo que sigue siendo tabú para las cadenas estadounidenses, de hecho ni las anécdotas que viven éstos ni el tratamiento de las mismas son frecuentes en el cine de Jólivu. Las tensiones que cada relación trae consigo son de enorme intensidad y se trasmiten muchas veces a través de primerísimos primeros planos que los actores llevan con enorme expresividad. 


La forma en que el sexo influye en las vidas de estas personas, con sus celos, sus incapacidades para procrear, sus rutinas afectuosas pero ya no sexuales, la relación con un pasado que pareció no cerrarse del todo, se muestra inicialmente de forma un poco reiterativa, pero pronto se descubre que es la reiteración la que va cargando de intensidad las diferentes problemáticas, las expectativas frustradas, los intentos de recuperar las relaciones, lo que lleva a que haya bastante amargura en las vidas de estos seres. Una última curiosidad: la tecnología que manejan, móviles, ordenadores, aparatos de televisión, la hacen parecer antigua, dada la transformación que se ha operado en ellos. Quienes gusten de las historias con terapia de fondo se lo pasarán bien. Me sigue pareciendo curioso ese escuchar del terapeuta sin aportar apenas nada como posible solución. Ya sé que es así, pero...


José Manuel Mora.


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