Esto te va a doler, de Lucy Forbes y Tom Kingsley

¡Sa-ni dad / pú-bli-ca!

Las series de médicos/hospitales conforman un género en sí mismo, al que no soy demasiado aficionado. De un lado parecen estar muy trilladas y de otro no me gusta mirar el dolor ajeno. Lo que me ha hecho entrar a ver ésta, ha sido que está integrada tan sólo por siete capítulos en una única temporada, y que viene con el marchamo de la prestigiosa BBC. Se trata de Esto te va a doler (This Is Going to Hurt), serie británica de este mismo año, dirigida por Lucy Forbes y Tom Kingsley a partir de un guión del también médico  Adam Kay basado en sus propias memorias, Esto te va a doler: Historias disparatadas de un médico residente’, que se convirtió en un auténtico fenómeno literario en 2017 con mas de un millón de copias vendidas. Aquí está disponible en la plataforma de Movistar +. También su protagonista, del que luego hablaré, ha tenido algo que ver, pues me ha parecido extraordinario en otras apariciones que le tengo vistas y aquí vuelve a brindar una actuación histéricamente humana. 

 

Un joven residente hace sus prácticas en una clínica ginecológica de carácter público, pero regida por criterios privadísimos de exigencia, rentabilidad, productividad..., modelo al que, al parecer los partidos conservadores europeos, quieren llevar a la sanidad pública, aquí representada por el espléndido, aunque siempre necesitado de más medios, NHS (el Sistema Nacional de Salud británico). Y así, los profesionales que aparecen en la serie no son los héroes salvadores a los que estamos acostumbrados, sino gente superada por el exceso de horas en dobles turnos, el ritmo trepidante de las urgencias, la carencia de los medios necesarios, la burocracia del sistema, la impericia propia del principiante... Por no hablar de la inmoralidad del gestor de recursos humanos, siempre dispuesto a apretar más las tuercas y a descargar sobre los demás cualquier responsabilidad que pudiera rozarlo siquiera, porque son siempre los que están al pie del cañón quienes han de tomar decisiones a vida o muerte, sin apenas dormir y con insuficiente experiencia. Todo ello acabará recayendo en la relación de pareja del joven médico, Adam, que todavía no se ha atrevido a comentar entre sus compañeros que es gay. 


Siempre hay quien puede llevarlo peor como la que, además de formarse en prácticas, debe prepararse para exámenes definitivos. Los momentos trágicos se mezclan con situaciones desternillantes, cargadas de un humor negrísimo y con un conseguidísimo fluir de conciencia del protagonista, que se dirige a cámara para expresar sus sentimientos y sus dudas y que con sólo girar la cabeza hace que veamos lo que su psique está mostrándole. Y así, se tendrán que enfrentar a casos de violencia machista, a errores de consecuencias terribles, a pérdidas de bebés y también, claro, a momentos de gozo que la llegada de la vida provoca siempre. La crítica certera está de fondo, contra las carencias del sistema, contra el racismo, contra la violencia patriarcal,  y lo hace todo más cruel.


Ben Wishaw, ganador de un Emmy, del Globo de Oro y un BAFTA por Un escándalo muy inglés,  y que me encantó en su trabajo en London Spy, es el protagonista absoluto de la serie, capaz de mostrar toda la fragilidad humana y los arrestos necesarios para hacer frente a situaciones desesperadas y con frecuencia con un asomo de sonrisa de hiel, incisiva e irónica, ante lo que se le viene encima. Está bien arropado por la que ejerce de madre distante, Harriet Walter, secundaria de lujo desde hace años. Ambika Mod, es la sobrepasada por las circunstancias, el punto más débil del engranaje. Michele Austin, la irónica e insobornable enfermera negra, capaz de dureza y solidaridad. Y Alex Jennings, el son of a bitch que ejerce como director del hospital. Las escenas oníricas son alucinantes y los cortes de música que han elegido, acertadísimos. En definitiva, una serie muy adecuada a estos tiempos pandémicos en los que la necesidad de una sanidad pública fuerte se ha puesto de manifiesto con toda su crudeza. Me parece de las imprescindibles, aunque tal vez deban abstenerse los espíritus sensibles que prefieren meter la cabeza debajo del ala.

José Manuel Mora. 



Y aunque esté sin subtitular, no puedo dejar de poner este otro tráiler, muestra perfecta del ritmo enloquecido de la serie y de su banda sonora.


 

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Se lo regalaré al yerno, que ejerce en el gremio sanitario.xx fu