Mi novio falso (My Fake Boy Friend), de Rose Troche

 ¿Divertimento?

Un poco cansados de tantas series, vemos en Amazon Prime Video una oferta de película de este año 2022, con un título sugerente. Y nos lanzamos a ella después de cenar, sin ninguna referencia previa. Se trata de Mi novio falso (My Fake Boy Friend), dirigida por Rose Troche, filme que viene de Canadá, aunque la responsable es estadounidense. Yo no lo sabía, pero dirigió algún episodio de Six Feet Under, serie que me pareció rompedora en su momento. Ya ha tratado el tema de la homosexualidad anteriormente, con  mujeres o con varones (Go Fish, 1994, o bien La seguridad de los objetos, 2001) Sabíamos, eso sí, que íbamos a ver una comedia.

El protagonista, Andrew (Keiynan Lonsdale, el de Love, Simon, irreconocible con unos años más), es alguien que trabaja como doble en las escenas de acción de películas sin demasiado glamur, y que está perdidamente enamorado de Nico (Marcus Rosner), la estrella protagonista, un actor guapísimo y calavera, que no hace otra cosa que engañarlo con cualquier tío que se le ponga a tiro. Jake (Dylan Sprouse), su amigo de la infancia, le propone crear una especie de avatar, Cristiano Maradona, un novio inventado que lo petará en las redes y con el que Andrew pueda dar celos a Nico. En el camino se cruzará un cocinero, Rafi (Samer Salem, que actuó en El cuento de la criada y en The boys), que podrá ser quien le ayude a sacarse definitivamente la espinita con la que se pincha una y otra vez. Una comedia, pues, sin pretensiones, que presenta sus cartas desde los mismos créditos iniciales, con una banda sonora marchosa, y unos gags bien divertidos.


Si la comento aquí es porque da la impresión de que "el paradigma", que decimos los modernos, estuviera cambiando. Diré por qué. En este "cajón desastre" que es este blog, se mezclan reseñas variadas que responden a lo que leo, lo que veo, lo que viajo...Y echando la vista atrás en estas páginas, sección "películas", sin ir demasiado atrás, constato que Desparejado Heartstopper, Esto te va a Doler , o Todos Hablan de Jamie, tratan el asunto de la homosexualidad con una desenvoltura, un sentido del humor, un desprejuiciamiento muy saludables, lejos ya de aquellas pelis de los años setenta que veía en Burdeos, ya que en España estaban prohibidas (¡qué sorprendido me quedé viendo en Sunday, Bloody Sunday, el primer beso entre dos hombres en una pantalla). Entonces todo en ellas era ocultamiento, sentido de culpa, autorrepresión, infelicidad, castigo, drama. Salía uno del cine con el corazón encogido. Estas que acabo de señalar permiten al espectador divertirse con lo que sucede a seres "como todo el mundo" (como el título de la famosísima serie Queer as Folk), y muestran a la gente joven otros modelos, inexistentes cuando yo era adolescente y me iba al cine los jueves, "el día del trabajador", que era más barato. Ahora pueden comprobar que estas personas se equivocan, pelean por lo que quieren, se frustran, se ríen, viven. Como la vida misma. Por eso he titulado la entrada como "¿Divertimento"?, porque tal vez detrás del tono de comedia enloquecida, y posiblemente intrascendente, hay un modo de presentar la vida de una forma más normalizada.

José  Manuel Mora




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