The Good Fight, de Michelle y Robert King

En juicios te veas...

Una referencia en la radio me ha llevado a empezar a ver una serie de la que no había oído nada. Y eso que tiene unos años. La primera temporada, la que acabamos de ver, es de 2017, y parece además que es una secuela, spin-off, que decimos los ingleses, de otra que tampoco vi: The Good Wife con la misma protagonista y un pequeño cambio en el título The Good Fight, que se podría traducir por "La buena pelea". Ambas estás escritas y dirigidas por el tándem Michelle y Robert King. Y si no tuviera la Wiki para consultarlo, sólo con ver el primer capítulo, uno se sitúa en el mundo de los juicios de la muy judicializada vida estadounidense. La seguimos en Amazon Prime.


Los títulos de crédito son impactantes, con una banda sonora obsesivamente hermosa, que nos pone en situación, todo acaba saltando por los aires. Aunque los personajes se van multiplicando conforme avanza la serie, se podría decir que ésta se sostiene sobre un trío de mujeres: Diane (una Christine Baranski magnífica), que acaba de arruinarse y perder su empleo, Maia (Rose Leslie), su ahijada, recién egresada de la facultad de Derecho y cuyos padres están envueltos en una turbia estafa piramidal, y Lucca (Cush Jumbo), quien ya trabaja en una firma de abogados empeñada en denunciar la violencia policial en Chicago, y que se caracteriza por estar constituida mayoritariamente por afroamericanos, lo que los políticamente incorrectos llamábamos antaño, negros. Las dos primeras son la excepción en la firma. Y el momento político es la era Trump. 


Como suele suceder en estas series "judiciales", cada episodio se centra en un asunto de calado en la sociedad actual: la propiedad de los óvulos, el acoso desde las redes, las noticias falsas tan en boga desde entonces, la presencia de la conocida como alt-right, o derecha alternativa (¿alternativa a qué?, extrema derecha pura y dura, nacionalista y blanca, que lucha denodadamente por no perder su estatus)... Y, si bien cada capítulo es concluyente, hay varios hilos argumentales que le dan unidad: la historia entre Lucca y el que muchas veces es su oponente en el estrado, el fiscal Morello (Justin Bartha),  el peligro de la imputación de Maia, la pelea constante del jefe del bufete, Adrian (Delroy Lindo) por que la empresa no naufrague y por defender posturas claramente demócratas contra la barbarie trumpista.


Si todo lo anterior no fuera suficiente, el guión es endiabladamente bueno, inteligente. El modo en que todo se va trenzando, la rapidez de las réplicas, las argucias jurídicas, el papel de los jueces, a cada cual más peculiar, la manera en que los secundarios van alcanzando protagonismo, la aparición de personajes descacharrantes, como la investigadora-abogada Elsbeth (Carrie Preston), agudísima en sus análisis y estrategias, conforman todo ese mundo regido en primer lugar por el dinero, y sólo en segundo lugar, por hacer que triunfe la ley, lo que convierte toda la actividad del bufete en una "buena lucha".  La ambientación, el vestuario, la banda sonora ya citada, acaban por redondear la serie. Si todo esto no convence, valdrá decir que nos aprestamos a ver las siguientes temporadas. Es una historia de largo aliento que estamos seguros de que no va a dejar de sorprendernos con sus giros de guión, como ya ha sucedido al final de esta primera temporada.

José Manuel Mora.


(Lamento no haber encontrado el tráiler subtitulado en castellano). Vale.



Comentarios

Juan Carlos Marrero Serrano ha dicho que…
Me gustaría verla porque es la continuación de "la buena esposa" cuya columna vertebral de esta serie es la vida de una buena esposa de un fiscal que le montó los cuernos con una prostituta. En esta serie actúa Michael J. Fox, quien aún con un evidente parkinson hace un papel extraordinario como abogado litigante que se enfrenta a "la buena esposa". Esta "segunda" serie, puede ser un poco más de lo mismo, sin embargo no nos deja indiferentes a quienes nos gusta estas tramas que destacan por la astucia, la acuciosidad y la inteligencia de los abogados y cómo resuelven y le dan la vuelta a sus defensas. Una de las últimas series con la que me he topado en un par de ocasiones y de este mismo estilo es SUIT, pero no me saltaré a The Good Fight porque estoy seguro que no me va a defraudar. ¡Saludos Profesor!