Sororismo
Una amiga de la coral, Lucía, nos ha recomendado una serie de la que no había oído hablar. Dead to me (Muertos para mí), está colgada en Netflix y lo que nos ha animado a adentrarnos en ella ha sido que los capítulos duran media hora, a pesar de ser tres temporadas, que pasan en un suspiro.
La creadora, Liz Feldman, ha escrito también los guiones junto con otras dos mujeres, Abe Sylvia y Kelly Hutchinson. Eso, y la química de las dos protagonistas, conforman este universo femenino, pero no sólo. Por fin una comedia, aunque por momentos puede llegar a ser negrísima. Creadora y guionistas consiguen que sigamos sonriendo, a pesar de los conflictos que se suceden, enredando lo que se podría resolver.
Un atropello nocturno con fuga posterior de la mujer que conduce, y el deseo de venganza de la viuda del atropellado conforman una extraña pareja que acaba por necesitarse y ayudarse. También es mujer la policía hispana encargada de la investigación, inicialmente inasequible al desaliento, pero que se verá obligada a transigir. Cada vez que la cosa parece resolverse, surge un nuevo impedimento. No hay blandenguería en las situaciones dramáticas. Hay complicidad entre ambas, ganas de pelear por ser felices, por olvidar horrores previos. Hay también mucha inteligencia por parte de las guionistas, que seguramente tenían previsto el desarrollo de personajes secundarios desde un principio, como el del hermano del muerto (James Marsden), o los hijos de la viuda.
Y la actuación de las dos actrices, Christina Applegate (Jen) y Linda Cardellini (Judy), tan opuestas en carácter y en reacciones, intempestiva, sarcástica, la viuda (¡cuánto habrán sufrido los castos oídos estadounidenses con tanto fucking taco), frente al optimismo y la constante petición de disculpas por todo, ayuda mucho a dar credibilidad al enredo e incluso a empatizar con ellas. Ya me venía bien ver una comedia tan disparatada y divertida, a pesar de tanto muerto.
José Manuel Mora.
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