Educar
Hacía mucho tiempo que no salía del cine tan conmovido. Hay varias razones para ello. Me une con México, lugar donde se desarrolla la película, un afecto grande, desde que conocí y conviví con dos lectoras de español de allá, en Burdeos, y desde mi visita de un mes por la mitad sur de aquel país. Pero sobre todo por la temática de la cinta, la educación, que siempre fue objeto de mi preocupación profesional. Se trata de Radical, escrita y dirigida por un desconocido para mí, Christopher Zalla, quien al parecer se ha basado en "hechos reales". De no haber sido por mi amigo Elías, tal vez se me hubiera escapado, ya que no había leído ninguna crítica previamente.
Como nos sucedía a quienes enseñábamos en el Colegio Rural de Tudela, Sergio está convencido de que la escuela puede cambiar la vida, puede hacer progresar al abrir ventanas de posibilidad. De eso tuvimos múltiples ejemplos en nuestra actividad docente, que no se limitaba a los contenidos, sino a la educación en un internado y al conocimiento del medio del que provenían. Como en la cinta, hay siempre claroscuros y no siempre se logra que todos avancen de la misma manera. El director no plantea una realidad dulcificada, sino llena de aristas. El intentar perder el menor número de sus niños es su mayor logro. Como me sucede a mí todavía hoy, 50 años después, me produce enorme satisfacción seguir en contacto con muchos de ellos y saber que, como dice la cartilla de notas, "progresan adecuadamente".
Probablemente la peli no me hubiera emocionado tanto de no haber sido por la interpretación de Derbez. Su actuación es de una fuerza arrolladora, que logra transmitir credibilidad a su personaje y a sus actuaciones. Haddad, arranca en un segundo plano y va cobrando fuerza conforme avanza la trama. Ambos se confiesan que están en esa profesión, hoy tan difícil de llevar, gracias a la figura de un maestro y de una maestra, que les hicieron creer que valía la pena dedicarse con entrega a algo más que hacer entrar en el engranaje social a su alumnado. Los críos están todos en su puesto, expresivos, con ojos de curiosidad y sorpresa ante el loco de su maestro. Creo que la peli daría para un buen fórum en cualquier aula donde se proyectara. Pienso que vale la pena no perdérsela. Seguirá la semana que viene. Ahí lo dejo.
José Manuel Mora.
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