Pluralidad de voces
El respeto por los idiomas me viene seguramente de mi formación como lingüista en Salamanca. Ni siquiera soy capaz de escribir un whatsapp sin colocar las comas o las tildes pertinentes. Por eso, redactar una de estas reseñas me lleva su tiempo. Excuso decir lo que me supondría hacerlo en otra lengua, distinta de la mía, con la corrección y el cuidado que pongo cuando lo hago en castellano. Toda esta introducción viene a cuento por tratar de reseñar un libro escrito en catalán, (ya se sabe que excusatio non petita, accusatio manifesta), pero que yo voy a comentar en castellano. I em sap molt greu no tindre prou seguretat per a fer-ho en català, tenint en compte que ja em vaig atrevir a fer-ne una en la llengua del poeta: Cantata de San Just, de Joan Margarit. No quiero sin embargo dejar de garabatear unas líneas para que quede constancia de que lo leí. Guasch, Pol. Ofert a les mans, el paradís crema. Barcelona: Ed. Anagrama, 2024; 2ª edición, 153 págs. La ilustración de la cubierta, Scène d'été, es de Frédéric Bazille (1870). Sin la sugerencia de mi amigo Pascual no lo habría descubierto y sin la insistencia de Adrián, mi librero, para que lo leyera en catalán, hubiera optado por la facilidad de la traducción.
En ocasiones es la voz interior de la Rita, que se alterna con la de en Líton en un guateque nocturno, mientras se señalan las horas en que suceden hechos contiguos: 00:19 h. I deu ser perquè penses això que li dius digues què és el que veus des d'el sofà (pág. 78). O bien el descubrimiento mutuo: 04:35 h. Se't fa estrany el seu cos nu. T'ha sorprès el pèl al pit. I les mans grans. I les espatlles amples. I el mentó aspre (pág. 85). Y en un nuevo giro estilístico y de perspectiva, nos encontramos leyendo el diario íntimo de la Rita cuando era adolescente, con tachones incluidos: Escric perquè m'ho demana la mama (pág. 91). O esta otra aclaración: M'abelleixi, que diu la mama, que vol dir quan em doni la gana (pág. 103). Hay un oído experto en captar el habla popular: Parlaran així: per follar, per cardar, per montar-s'ho, per fotre un clau. I quina sort, diran, quina sort que no hi havia el bitxo aquest corrent amunt i avall perquè els hauria atrapat i bon vent i barca nova (pág. 118). Y así vamos teniendo las claves de la historia que se nos ha presentado fragmentada, desordenada. Una narración que explora los límites entre las relaciones personales, amorosas, familiares, incluso los de la naturaleza en la que estamos inmersos y que parece a punto de venirse abajo (odio el término "colapsar", anglicismo de moda). Un relato que presenta la amistad como una respuesta para combatir la soledad, independientemente de las orientaciones sexuales, entre jóvenes perdidos en un mundo que parece acabarse: Serà el començament del final, un altre començament que comença a acabar-se. No busca pues el autor tanto contar una historia, como crear un ambiente, para lo que las imágenes le ayudan con su fuerza expresiva: Amb la mirada blava del cel ferit (pág. 53); o bien: La motocicleta segant la nit (pág. 61). Y Y una última: Afora el sol despietat et torra la pell, es barreja amb la brutor de la nit (pág. 88). Y esa búsqueda de esquivar la soledad a pesar de que toca acceptar que estaven junts, però que, en realitat, estaven sols (pág. 147). Hay mucha desesperanza en este libro transgresor, novedoso, sin salida, que termina con esta frase de la Rita que es pregunta si algú els recordarà (pág. 153).
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