Hace ya tiempo que no se cuelga una entrada sobre el mundo de la edición y el comercio del libro. Hoy lo hago impulsado por un artículo aparecido en El País (17 de mayo 2009). Parece que autores y editores han suscrito un acuerdo con el gigante Google Books para escanear y digitalizar masivamente, dizque para poner al alcance de todos la selva de libros editados, a través de ese invento democratizador que es la Red. Se dice que llevan escaneados ya siete millones de libros, siete millones, insisto, muchos de los cuales no son reclamados por nadie en cuanto a posible paternidad, son "huérfanos". Además son libros inencontrables en las librerías y conseguidos a partir de bibliotecas públicas y universitarias, como la Complutense o la de Salamanca. Pues bien, Google ha sido condenada por la justicia estadounidense (45 euros por cada libro escaneado sin permiso) al realizar esta tarea en contra de los intereses de autores y editores.

¿Qiere esto decir que el libro tradicional tiene sus días contados? No parece, como sucedió con formatos anteriores que convivivieron durante tiempo. El problema está en que si sólo lo hace Google puede acabar monopolizando el mercado en la Red y los monopòlios no son buenos porque acaban imponiendo sus condiciones, por ejemplo, establecer el precio de la descarga, todo ello sin contar con las bibliotecas que colaboraron en el proyecto, auténticas "convidadas de piedra" en esta historia. Continuará.
José Manuel Mora
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