Mientras duermes, de J. Balagueró

 Esto se anima

Ante scriptum: Como no se puede estar a todo, idea que vengo repitiendo como aviso para navegantes de este blog, no siempre puedo ver todo lo que se estrena, a pesar de mi condición de jubilado. Raquel Sánchez Lara, antigua profesora del MBAD, aunque éste sólo pudiera disfrutar de su competencia durante un curso, se ha creído lo de que esta "página" se pretendía participativa. Y "se ha mandado", que decimos los argentinos, un comentario crítico de la última película de Jaume Balagueró. Aquí la dejo, para animar al personal. Quan més serem, més riurem.


Película inquietante
Un día, un genio se le apareció a un individuo y le dijo:
– Pídeme lo que quieras, pero ten en cuenta que de lo que me solicites le daré a tu vecino el doble.
El individuo, tras una pausa, contestó:
– Que me quede tuerto.

Quizás nos preguntemos, al ver un thriller como éste, si es posible que entre nosotros se hallen personas parecidas al personaje de Mientras duermes, bordado, cómo no, por Luis Tosar. Y es aquí donde surge el verdadero miedo, y no durante las escenas. Es probable que nuestro piloto automático de positividad se conecte para tranquilizarnos, pero no es suficiente, y más allá de todo lo realista o surreal, seguiremos pensando que, probablemente, ya hemos conocido a alguien así.

Pedro Ruiz, en su libro “Ruizcionario” definía la palabra envidia de este modo:
1. Pasión cobarde que cuanto más se tiene, más se oculta.
2. Reconocimiento del propio fracaso.
3. Cáncer de la alegría. Comadrona de la maldad.
4. Palabra que empieza por la letra E, como España.
La mezquindad humana queda manifiesta en la felicidad que suponen para el protagonista las desgracias de los demás. Representa a un psicópata, un enfermo obsesivo compulsivo, que está solo en la vida y, además, reconoce que nunca ha sido feliz. Se esconde bajo la máscara hipócrita de una corrección aparente, fruto de su frialdad y perversión mental. Esta actitud, sin embargo, la reconozco (la reconoceréis), y produce horror.
La amargura, la frustración, la mediocridad pasean por los diálogos abiertamente y permiten al espectador reflexionar sobre un tema tan incómodo para algunos y algunas como el triunfo ajeno. Marta Etura es la contraposición del personaje enfermo, es impasible a las desgracias, luchadora y sonriente. Nadie espera su final. El simple hecho de ser una triunfadora la configura como carnaza perfecta para un personaje despiadadamente cruel y celoso del éxito externo.

Pero el verdugo también encuentra su propia tortura y los dos vecinos que lo perturban nos hacen pensar que, por encima del mal, siempre hay otro mal. Aun así, ganará la locura y el lacerante final, lo revela.
La cultura del dolor y el sufrimiento arraigada en la religión (“por mi culpa, por mi gran culpa”) es difícil de exterminar, en un mundo en el que ser feliz no vende ni es controlable. Estoy segura de que muchos espectadores se confundirán ante las reacciones de felicidad y sufrimiento que se van desatando en la película y, así, se nos revelarán pensamientos que provienen de esos mensajes caducos: “quien ríe en viernes, llora en domingo” y demás… Mentira. La clave de todo, aunque duela, como nos refleja el personaje de Etura, es la positividad.
Balagueró me ha conquistado con una cinta excelente, que muestra un cine español de una calidad indiscutible: fotografía, guión, trama, etc. Se ha publicado, al mismo tiempo, la novela con el mismo nombre, cuyo autor es el guionista y coproductor de la película, que es el proyecto previo a la realización y supone una aportación más para entenderla. Con esto, sólo queda sentarse en la butaca, y pensar…
En conclusión: sé feliz todo lo que puedas, pero mira, por si acso, debajo de la cama…

Raquel Sánchez Lara

Comentarios

Pilein ha dicho que…
La película es impresionante pero tiene un par de fallos argumentales que mucho tienen que ver con las pruebas que pueda recoger la policía del acoso que sufre el personaje que interpreta Marta Etura, Clara (si mal no recuerdo). El primero es el ADN que deja una persona cuando cierra un sobre con su propia saliva, en este caso César (el personaje que interpreta Tosar) envía un montón de cartas escritas de su puño y letra y con restos de ADN en la solapa. La policía que sospecha de la gente del entorno de la protagonista no tienen en cuenta estas cosas o ¿es que la policía de España es tonta?
Y otra tiene un aspecto más escatológico que mucho tiene que ver con la actividad sexual de César... que yo sepa después de una eyaculación en la vagina de una mujer (y te hablo com tal) los restos que quedan en cama son apreciables a simple vista, pero la protagonista debe vivir en la inopia porque no me explico estos detalles.
Anónimo ha dicho que…
La película es irreal de principio a fin. Los personajes son imposibles, desde la psicópata niña, hasta el argentino, que está más mochales todavía que el propio portero. Es una historia imposible de pies a cabeza y totalmente absurda, (verbigracia el numerito de las cucarachas, o cuando Tosar cruza varias veces por delante de la pareja en su propia casa sin que le vean, o cuando duerme a toda la familia de la niña menos a ésta, etc.) ¿Quién permite hoy en día que alguien tenga acceso a su vivienda con absoluta libertad? Sólo incardinable en el género de ciencia ficción de serie B. Para mí que el que vive en la inopia es el director que nos debe tomar por tontos.
Fermín.