...que no feminista.
Tras tiempo leyendo sobre ella en plan generalmente encomiástico ("una de las mejores escritoras en lengua inglesa..."), llegó el momento de acercarme a esta escritora canadiense, gracias a la red de bibliotecas públicas que, en el barrio norte de la ciudad, donde uno no esperaría encontrar ningún ejemplar de esta escritora "exótica", me ha proporcionado un volumen de uno de sus libros de cuentos. MUNRO, Alice. Las lunas de Júpiter. Barcelona: Versal, 1990.

Ya he comentado en estas "páginas" algún otro libro escrito por mujeres, Grandes, Posadas, Lessing, pero creo que éste tiene un tono diferente a los anteriores. Probablemente la historia personal de cada una de ellas, su actividad, sus lecturas, las conforman como escritoras diferentes, cosa que también sucede, naturalmente, con los varones. Esta viejita encantadora (Ontario, 1931) ha vivido fundamentalmente en su Canadá natal, ha tenido tres hijas, ha regentado una librería, se ha casado y divorciado varias veces y ha sido capaz, finalmente, de dedicarse exclusivamente a la literatura y vivir de lo que escribe, labor por la que ha recibido numerosos y prestigiosos premios.

Ya he comentado en estas "páginas" algún otro libro escrito por mujeres, Grandes, Posadas, Lessing, pero creo que éste tiene un tono diferente a los anteriores. Probablemente la historia personal de cada una de ellas, su actividad, sus lecturas, las conforman como escritoras diferentes, cosa que también sucede, naturalmente, con los varones. Esta viejita encantadora (Ontario, 1931) ha vivido fundamentalmente en su Canadá natal, ha tenido tres hijas, ha regentado una librería, se ha casado y divorciado varias veces y ha sido capaz, finalmente, de dedicarse exclusivamente a la literatura y vivir de lo que escribe, labor por la que ha recibido numerosos y prestigiosos premios.


Un par de pegas: dice la teoría que el cuento, por oposicción a la novela, suele seleccionar un fragmento de realidad, como hace la fotografía, para estudiar las relaciones que se establecen entre los personajes que entran en el encuadre, dando importancia a la intensidad de las mismas y con un final habitualmente sorprendente. Pues bien, en estos cuentos no suele haber un acabamiento abrupto e inesperado, antes bien da la impresión de que la historia continúa fuera del marco, que hemos aistido a sólo un momento en las vidas de estas gentes.
La segunda hace referencia a la traducción. Me molesta entrever, por debajo del castellano que leo, el catalán hablado de la traductora. Cosa de poco, en cualquier caso, ante un universo nuevo que se me ha abierto. Pasen y lean.
José Manuel Mora
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