Ailey, de Jamila Wignot,

Danza y vida

No quiero olvidar lo que acabo de ver, así que me pongo a escribir la reseña de inmediato. No suelo entretenerme con documentales, a pesar de saber que los hay de gran calidad. Prefiero las pelis. Sin embargo me han llevado de la mano a éste, cuyo título es el nombre del coreógrafo protagonista: Ailey, (2021). Ha sido creado por Jamila Wignot y se puede ver en Filmin. Se presentó en el Festival de Sundance. La autora se animó a la tarea, al saber que no existía ninguna biografía filmada del también bailarín. Se incorporan fragmentos grabados por el propio Ailey, en los que se escucha su voz comentando sus creaciones. He de confesar que no había oído hablar de él antes de ahora.



Ya he comentado por aquí, en la etiqueta "teatro", algunos espectáculos de danza que han traído a Alicante y que me han emocionado. El directo siempre suele ser más vibrante. En este caso se trata de la biografía de Alvin Ailey (Texas, 1931 - Nueva York, 1989). De familia humilde, se trasladó a Los Ángeles en 1942 para estudiar danza.  Y desde allí a Nueva York en 1954, donde estudió arte y música. Le sorprendió que en los espectáculos que presenciaba, los bailarines fueran todos blancos. Tal vez por eso, tras participar en otros grupos, acabó por crear su propia compañía, la Alvin Ailey American Dance Theatre (1958).

En sus primeras creaciones
 como coreógrafo quiso referirse al mundo del que provenía, para lo cual le pareció oportuno bailar con fondos de blues, de jazz, de temas de góspel. Viniendo de la pobreza de Texas, los ecos de la antigua esclavitud, de la segregación posterior en escuelas y espacios públicos, de una sociedad tan racializada, saltan a la escena en atuendos, movimientos y ritmos que le tocaban muy de cerca. Y lo hacía con una gracia sinuosa, un nuevo vocabulario dancístico, una riqueza rítmica que bebe de tradiciones africanas y caribeñas. En 1960 presentó la que es considerada su obra maestra: "Revelaciones".


Y así, a la par que vamos viendo momentos de sus impactantes creaciones, presenciamos imágenes de las marchas reivindicativas, o van llegando ecos de los primeros casos de sida, enfermedad que acabó llevándoselo por delante. Ailey habla también de lo dura que es la profesión, porque al margen del glamour están los exigentes ensayos, las giras extenuantes lejos de familia y amigos (Australia, Unión Soviética, además de recorrer los USA). De todos ellos dan cuenta colaboradoras y testigos de la renovación de la danza que supusieron la compañía y los espectáculos. Llegó a firmar 79 coreografías.



Todo ello se completa con ensayos del alumnado actual de su escuela. La danza, como la vida, ambas imbricadas para ser auténticas, no se detienen nunca y la emoción que transmiten, tampoco. Además del sugerente tráiler, dejo el enlace que permite ver el documental on line, sin necesidad de plataforma.

José Manuel Mora.


En Dailymotion: https://dai.ly/x8li0zz


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