Empieza el baile, de Marina Seresesky

Argentina profunda

No solemos ver la tele en abierto después de cenar. Preferimos ir a cualquier plataforma donde se anuncie alguna peli o alguna serie interesante entre las que poder elegir. Sin embargo, en esta ocasión, me han llegado sugerencias insistentes a propósito de una cinta argentina que se proyectó en TVE. Gracias a tener en casa la plataforma RTVE Play con todos los contenidos de la pública, hemos podido recuperar un título de 2023 que en su momento me pasó desapercibido, Empieza el baile, de la directora Marina Seresesky. Y así hemos echado un rato de tarde, sin peligro de acabar dormidos. Adelanto que la hemos disfrutado.

Directora, guionista y actriz argentina, no había oído hablar de la tal Seresesky (Buenos Aires, 1969), y eso que había grabado en España en 2019, Lo nunca visto, y había actuado en Agosto, que tanto me gustó, a partir de la cual escribió y dirigió La puerta abierta en 2016. Aún no me he animado a ver Sin instrucciones, de 2024, donde dirige a Paco León. Seguramente ahora le daré una oportunidad, tras haber seguido con interés y la sonrisa en los labios esta road movie que se aleja de los modelos estadounidenses del género. 


La guionista ha decidido montar su historia sobre tan sólo tres personajes. Para que algo así se sostenga, además de bien escrita, que lo está, ha de contar con un trío de ases que pongan no sólo cara, sino expresión y gesto precisos a tres personas que parecen estar de vuelta de todo. Carlos (Darío Grandinetti) vive en Madrid con su mujer y su hija y recibe una llamada desde Argentina de su compadre Pichuquito (Jorge Marrale), para que acuda al sepelio de quien fue su pareja de tango, Margarita (Mercedes Morán), ambos archi famosos en su momento. El viaje a la capital bonaerense está lleno de sorpresas que no voy a adelantar. Desde allí arranca un viaje a tres hacia la Cordillera, por esa Argentina profunda que no suele verse en las películas, aunque yo, que casi no recuerdo nada, guardo un imagen emocionada de Un lugar en el mundo (1992), también rodada fuera de lo "típicamente argentino". La fotografía de Federico Rivares ha sabido captar esos paisajes desolados y hermosos que dejan la Pampa atrás y van escalando hacia Mendoza, por terrenos vacíos y posadas pueblerinas detenidas en el tiempo. 

Cada uno de ellos guarda secretos inconfesados y una memoria común que va brotando en anécdotas divertidas y otras no tanto. Con toques dramáticos, lo que prima es la comedia en unos diálogos chispeantes entre los tres amigos que van en la furgoneta por carreteras secundarias. Las sorpresas no dejan de sucederse. Hasta las dos últimas, que pueden dejar al espectador con la boca abierta. El estudio del alma humana que hace la directora gracias a la contención expresiva de los tres, salvo las necesarias explosiones de lo que se ha llevado dentro tanto tiempo, hace que nos creamos a estos seres con toda una vida a cuestas, que a pesar de todo van en busca de verdades necesarias. El paso del tiempo, la nostalgia por lo que se fue, la vejez que acecha son temas eternos que aquí parecen bien cercanos. Quienes se la perdieron en 2023, y el sábado en la 2, y disfrutan de la plataforma RTVE Play, tienen la ocasión de verla todavía. Pasarán un buen rato. Más si son gente joven de mi edad.

José Manuel Mora.





Comentarios

Juana ha dicho que…
Acertado como siempre Jose Manuel ! Gracias!
Anónimo ha dicho que…
Flojita, sentimentaloide en exceso, agentina en exceso. Es verdad que está bien escrita pero es un mal guión etc. Esta vez no coincidimos. Salut.