No sé cómo hemos ido a parar aquí. No tenía ninguna referencia, ni amistosa ni de papel. Pero fue ver los turbantes de los personajes y decidí que rompían con lo predecible de las series occidentales. Y fue esa "rareza" la que consiguió atraparnos hasta concluir los seis episodios de los que consta Niebla de invierno (Kohrra en su título original), una serie hindú dirigida por Randeep Jha, colgada en Netflix. Es de 2023. Pero esta indicación, "hindú", es claramente insuficiente, dada la extensión de aquel cuasi continente. De hecho no tiene nada que ver la zona sur de Kerala que visité, con la parte del Rajastán en el norte. Mucho menos con el Punyab, en la frontera con Pakistán y al sur de Cachemira, donde pasé un par de días mágicos en casas flotantes en Srinagar, bañándome entre flores de loto. Estamos en territorio de los sijs, una minoría numerosa en India, pero mayoritaria en este estado. Llama la atención que los varones dejen crecer su pelo en largas melenas que recogen en cuidadísimos turbantes, todo un arte en su colocación. Que las plataformas den cabida a productos de otras partes del mundo puede enriquecer nuestra visión del mismo, gracias a la escritura de los guionistas Gunjit Chopra, Sudip Sharma y Diggi Sisodia.
En las primeras imágenes del primer capítulo aparece un hombre muerto entre trigales. Se trata de Paul, hijo de una familia de potentados que ejerce la abogacía en Londres. Ha ido a Jagrana, su ciudad de origen, para casarse en un matrimonio concertado, como tantos allí, con Veera, a quien conoce en la fiesta de compromiso. Dos policías, el experimentado Balbir Singh (Suwinder Vicky), y su joven ayudante Garundi (BarunSopti) deben intentar resolver el misterio, dada la relevancia social de la familia. La cosa se complica por la desaparición de Liam, amigo británico del muerto. Hasta aquí podría pensarse en un nuevo thriller de otras latitudes.Sus investigaciones irán poniendo al descubierto secretos inconfesables de casi todos los personajes. Los giros de guión son constantes, pero muy bien trabados. Puede que haya alguna dificultad para recordar nombres o distinguir facciones. Sin embargo, conforme avanza, uno se va familiarizando con todos ellos y apetece saber en qué queda todo ello.
He puesto esta foto de interior porque la casa de la familia de Paul es de un "lujo asiático", nada que ver con la del policía o con la cochambre de muchos exteriores, tan reconocibles en su pobreza. Y así vamos descubriendo que la serie no trata sólo de un asesinato, sino que presenta diferencias brutales de clase social, métodos de interrogación poco aceptables por parte de la policía, trato machista y violento hacia las mujeres, que difícilmente son dueñas de sus decisiones, quedando reducidas al papel de madre, novia, esposa, hija. Y si alguna de ellas decide actuar por su cuenta será severamente castigada. Los contrastes son brutales. Llama poderosamente la atención el uso de móviles y ordenadores en oficinas cutres con celdas sórdidas, donde los presos son golpeados con tal de obtener confesiones. Hay motos escuetas y coches de marca que ruedan por las mismas calles sin asfaltar. Oficinas de grandes constructores o concesionarios con últimos modelos al tiempo que las casas más humildes no tienen luz.
Los dos policías son los personajes mejor retratados a base de claroscuros. Pueden ser brutales y al tiempo tiernos con un nieto o con la novia. Y los dos actores son capaces de transmitir toda la oscuridad que subyace en sus vidas por debajo del puesto que desempeñan. No sólo ellos están presentados con complejidad: la novia que iba a casarse, su ex, un rapero inquietante, la hija del policía, debatiéndose entre su corazón y su maternidad... Eso y la manera en que se nos acerca una cultura que muchos desconocemos, en un retrato demoledor, hace que la serie sea enormemente atractiva y que acabe bien resuelta. No sé si es para todos los paladares. A mí me ha parecido fuerte, como los sabores y olores de sus cocinas y sus espacios.
José Manuel Mora
P.S. no he encontrado un tráiler con subtítulos en español. Lo pongo porque es muy ilustrativo.
Comentarios