Small Axe, de Steve McQueen

Negritud británica

El prestigio es lo que tiene... Saber que era una producción de la BBC fue suficiente para que me pusiera a ver en Filmin (parece que también disponible en Prime video) esta serie de la que no tenía ninguna referencia. Saber que eran apenas cinco episodios también ayudaba. Small Axe es el título poco sugerente para mí, al no conocer la canción de Bob Marley, If you are the tall tree, then we are the small axe, lo que vendría a decir que contra los grandes árboles siempre pueden aparecer las "hachas pequeñas" que, aunque no los derriben, pueden ir dando pequeños tajos a los  troncos, un lema de lucha y resistencia contra la opresión y la tiranía. Y su director y coguionista es Steve McQueen, de ecos sesenteros por su nombre. En realidad, más que una serie, son cinco películas independientes, aunque ambientadas en el mismo lugar y la misma época, finales de los años 60 y hasta los primeros 80, en una barriada del oeste londinense con mayoría de población de origen afrocaribeña. 


De McQuinn, británico y negro, ya he reseñado aquí de forma elogiosa Shame (2012) y la oscarizada 12 años de esclavitud, (2013). Y una vez más la raza del director tiene que ver con la elección de la temática de estos cinco títulos de 2020: Mangrove, nombre de un restaurante que es clausurado por ser negro su propietario (Shaun Parkes), lo que hace que acabe yendo a juicio para defenderse él mismo; 


Lovers Rock, historia de música en un blues party, fiesta en un piso, al no dejar que entraran en las discotecas los protagonistas por el color de su piel, capta muy bien la atmósfera de aquellas reuniones musicales; para mí tal vez la menos conseguida por demorarse demasiado en el ir y venir de los personajes, más que en las relaciones que establecen, al dispersarse entre todos ellos, aunque deja claro su sentido de comunidad; 


Red, White and Blue, en la que un forense negro (John Boyega) decide entrar en el cuerpo de policía para evitar excesos de la autoridad con sus congéneres de raza, vejaciones que él mismo recibirá dentro del cuerpo al que pertenece; su ingreso lo hará aparecer como un traidor a su gente, incluso para su propio padre.

Alex Wheatle (Shevi Cole), nombre de un reconocido escritor hoy día, que pasó su infancia en un orfanato donde fue vejado y maltratado y que presenció los disturbios antirracistas de 1981 en Brixton, por lo que fue encarcelado; será en la celda donde acabará espoleado por su compañero para ponerse a escribir desde la toma de conciencia de su negritud.


y por último, Education, que pone de manifiesto lo terribles que debieron de ser los centros de "educación especial" (para subnormales, según los textos oficiales, aunque se tratara de críos con dificultades para leer o para estarse quietos, como el Kingsley que interpreta con tanta verdad Kenyah Sandy), en los tiempos en que la Thatcher fue ministra de educación. La comunidad será la que llegue en su auxilio.


Algunos de estos episodios están basados en personajes y hechos verídicos, lo que les confiere un plus de autenticidad y dramatismo. Todos ellos se mueven en el gueto afrocaribeño, en el que la ambientación es uno de los grandes logros de la miniserie, así como la música reggae que la acompaña. La autoridad, blanca por supuesto, funciona como fuerza colonial en la metrópoli contra los que vienen de las antiguas colonias, aunque hablen inglés. Su color los separa. El conjunto  muestra las dificultades de integración ante el rechazo de quienes detentan el poder, el judicial, el policial, el educativo... Y todo ello ambientado hace cuarenta años, parece volver a reproducirse con la xenofobia de tintes racistas que se va extendiendo por Europa, con las lepenes, los orbanes, las melonis, y particularmente en nuestro país con el extremismo derechoso de los abascales y las abusos. No parece que avancemos, a pesar de la aceptación que sí da la impresión que tienen en el fútbol, o en el cine. Sin embargo en los centros educativos hay que trabajar muy duro para lograr una convivencia integradora y productiva. Tengo muchos colegas que dan testimonio de esta necesaria labor.

José Manuel Mora.


 



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