Ozark, Iª, IIª, IIIª temporadas, de Bill Dubuque y Mark Williams


 Dinero y familia.

Hay países que son cuasi continentales. No basta con conocer alguna de sus icónicas ciudades, ni las planicies del medio oeste de las pelis de vaqueros, o las playas refulgentes de la costa del Pacífico. Hay toda una terra incognita en los EE.UU, que normalmente no sale en pantalla, y de la que nada sabemos, ni de sus peculiaridades físicas ni de sus gentes. Gracias a mi impenitente y seriéfila compañera y sin embargo amiga Carmen Jorques que me dice que está enganchada, he dado en conocer los Ozark, una zona del estado de Misuri de la que ni había oído hablar. Se trata de un espacio de aguas represadas del río Misuri, que sumergieron tierras ancestrales y que conforman un laberinto de lagos, canales e inmensas superficies de aguas que reflejan bosques inmensos e impenetrables, de densos verdes que, como veremos, albergan y esconden  un sinfín de intereses humanos, demasiado humanos, muy alejados de la aparentemente poderosa naturaleza, que está siendo destrozada por los turistas, los casinos y la droga. 


A ese lugar llega una familia de Chicago. Vienen huyendo por las amenazas que el padre, experto asesor financiero, ha recibido de un mafioso mexicano para el que trabajaba blanqueando capitales. Marty viene dispuesto a empezar una nueva vida desde el anonimato que esas tierras le ofrece. Wendy, su mujer, es consciente del peligro que corren, ya que ha visto cómo se las gastan en la figura de su amante. Y sus hijos, Charlotte y Jonah, aparentemente desconocedores de las razones del traslado, acabarán descubriendo la oscura trama en la que están envueltos su padres y terminarán participando porque, como dice uno de los carteles (aquí sí, sin tilde) anunciadores de esta serie de Netflix, They are all in. La serie, Ozark, empezó a emitirse en 2017, son tres temporadas de diez capítulos cada una con una hora de duración. No es ninguna novedad pues, aunque yo la acabe de descubrir. Tampoco sus creadores, que también ejercen de guionistas y dirigen algún capítulo, me eran conocidos: Bill Dubuque y Mark Williams. Aunque espero no olvidarlos, porque es de las mejores tramas  que he podido seguir en mucho tiempo. Philip Abrham (Master of sex) y Adam Arkin (Succession) eran también marchamo de calidad tras la cámara en algunos de los episodios. Como curiosidad, cabe señalar que el protagonista también ejerce de director en alguno de los capítulos.


Naturalmente todo se irá complicando y, con la intención de liberarse de la amenaza que se cierne sobre ellos, cada vez irán estando más implicados en manejos ilegales, en tramas oscuras, en enredos sin cuento. Y tendrán que hacer frente a adversarios locales que cultivaban su heroína, a políticos y policías corruptos, a sindicalistas mafiosos, al FBI, con un agente capaz de cualquier cosa y enamorado de su compañero negro, a una familia desestructurada de la que acabará saliendo uno de los personajes más potentes, Ruth, golpeada por la vida y capaz de hacer frente a cualquier tarea que se le encargue, a un predicador, a una psicóloga de pareja que se deja sobornar... Los escrúpulos van quedando de lado y se impone la necesidad de seguir haciendo dinero para poder salvarse. No hay héroes ni antihéroes. Todos saben que poco a poco se están convirtiendo en una panda de desalmados: mentirosos, embaucadores, violentos, ambiciosos, traicioneros, incluso dentro del mismo matrimonio hay desconfianza y se compite por llevar la voz cantante. Es una serie en la que las mujeres poseen un papel importante en la trama. Hay que añadir a Hellen, la abogada del cártel (con tilde, por favor), capaz de la crueldad más atroz sin despeinarse y madre cuidadosa, y la vengativa Darlene, incapaz de perdonar una, siempre dispuesta a tomarse la justicia por su mano. El afán de dinero y de poder los iguala a todos. Y sobrenadando todo ello, la excusa de "la familia", que ha de permanecer unida. La violencia se dispara, se vuelve coral.


Un pequeño detalle formal: contrariamente a lo que suele suceder con los créditos iniciales de las series, que se repiten antes de comenzar cada episodio, aquí basta con esta especie de logo, que forma la palabra "Ozark" y que incluye pistas esquemáticas de lo que vamos a ver  a continuación. En cada capítulo sucede algo terrible y la tensión no decae en ningún momento. El dramatismo se entremezcla sabiamente con toques de humor sorprendentes por inesperados; la terapeuta de parejas es descacharrante. Junto con un guión milimétrico, el otro gran acierto de la serie es el reparto que han elegido. Jason Bateman es el protagonista, no en balde ha producido la serie. De su trayectoria como comediante no tengo información y hace poco lo vi en un papel secundario en The Outsider y no me quedé con su cara. Ahora ya no creo que se me despinte. Tierno, atormentado, fajador, inteligente, compone un Marty complejo y atrayente. Su socia, oponente y esposa, es Laura Linney, quien encarnaba un personaje tierno y casi ñoño en Historias de San Francisco, y que aquí aparece fría, calculadora al final, poderosa, combativa, mentirosa, capaz de tomar cualquier decisión para defender a sus hijos, a su familia, pero también al estatus que han ido consiguiendo. La capacidad de expresar estados de ánimo con cambios mínimos a través de una mirada o de un simple gesto es portentosa. La ruptura interior de la tercera temporada sería un tour de force para cualquier actriz y ella la hace emocionante. Los hijos del matrimonio, Sofia hublitz y Skilar Gaetner pasan de la inocencia de niños de familia bien, a derrumbárseles el mundo en el que vivían y hacerse cómplices de sus padres. En el caso del muchacho, en plena adolescencia, el papel era más difícil y acaba incorporándolo con total credibilidad.




Julia Garner  ha sido para mí un descubrimiento. Desde su aparente menudencia física, se va alzando imbatible, capaz de pelear, de enfangarse en asuntos terribles, de defender a los que quiere, de soportar golpes, de hacerse responsable. La transformación física que experimenta conforme va teniendo más responsabilidades es del todo creíble, como lo es su maduración personal. Lisa Emery, Darleen (¡qué caracterización!), y Janet McTeer, Helen, son dos malvadas de manual: una responde a un concepto de tradición y de honor de cuando las tierras eran suyas y hacía y deshacía con una naturalidad primitiva, y la otra, al servicio del capo mexicano, será igual de despiadada, directamente perversa en el seguimiento de los dictados de su "cliente". Por no hablar del oscuro agente del FBI, Jason Butler Harner, desprejuiciado, agente de la ley y dispuesto a saltársela con tal de conseguir su propósito, frío y distante, salvo en la relación con su madre. La oscuridad de los personajes se refleja a la perfección en unos exteriores que abruman por su grandeza a vista de dron y unos interiores tan tenebrosos como sus vivencias, a veces muy hopperianos, capaces de ir de los escenarios de diseño a la cutrez de las caravanas o la estética pop de los casinos flotantes.  


Sé que me dejo infinidad de cosas, pero no quiero que la reseña sea interminable y además cuido mucho de no incurrir en los temidos "destripes" para quienes no la hayan visto. La tercera temporada queda claramente abierta a una continuación, con una escena que lo deja a uno helado. Aseguro que seguiré viendo a dónde conducen los destinos de estos personajes. Me ha resultado fascinate esa radiografía del mundo de la droga, del juego, del blanqueo de dinero, de las familias desestructuradas, en el que la vida no vale gran cosa y cada acción tiene sus consecuencias. Unos USA que no suelen salir en las películas jolivudenses pero sí en algunas series tan oscuras como esta; me viene a la cabeza True Detective. Y ahí lo dejo.

José Manuel Mora. 




su punto de partida es la familia. https://www.milenio.com/opinion/alvaro-cueva/el-pozo-de-los-deseos-reprimidos/cuidado-con-ozark-de-netflix
su punto de partida es la familia. https://www.milenio.com/opinion/alvaro-cueva/el-pozo-de-los-deseos-reprimidos/cuidado-con-ozark-de-netflix

Comentarios

omar ha dicho que…
me encanta la serie,al principio me pareció unpoco aburrida,pero al final...que du bonheur
AGUSTIN HERNANDEZ ha dicho que…
La serie seduce y atrapa con una tensión que no decae en ningún momento.